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PIRAGÜISMO | MUNDIALES

El K4 500 de Craviotto, Toro, Cooper y Germade es de plata

Alemania se tomó venganza del Europeo. Gusto agridulce para una embarcación con tres campeones olímpicos diseñada para lograr el oro en Tokio 2020.

El K4 500 de Craviotto, Toro, Cooper y Germade es de plata
TAMAS KOVACSEFE

El K4 500 logró la plata en las aguas de Montemor-o-Velho. El mascarón de proa del piragüismo español con Saúl Craviotto (cuatro medallas olímpicas, dos de ellas de oro), Cristian Toro (campeón en Río 2016 con el catalán en K2 200), Marcus Cooper (campeón en Río en K1 1.000) y Rodrigo Germade (campeón mundial en K2 200 en 2017) no falló, pero no hubo éxtasis. Son subcampeones del mundo, pero las expectativas de oro eran tan altas que el segundo puesto (quinta medalla para España en el Mundial) supo amargo.

La amalgama de talento y músculo amasada en el embalse de Trasona, en Asturias, por el técnico Miguel García es una mezcla explosiva. Pero también la de los alemanes Rendschmidt, Liebscher, Rauhe y Lemke, que habían sido batidos por los españoles en el reciente Europeo de Belgrado y se tomaron venganza. Siempre en cabeza, ganaron con 1:20.056. El último cambio de ritmo que impuso Craviotto no fue suficiente (+0.367). Bronce para Hungría (+1.424).

Craviotto (33 años) es el ‘marca’ de la embarcación. El jefe que llama “fieras” y “máquinas” a sus chicos. “Cristian (26 años) es el motor, el velocista puro, clave por su potencia en la salida”, describe Saúl, que sigue: “Marcus (23) es el engranaje, viene de los 1.000 metros, aporta resistencia y ayuda en el final. Y Rodrigo (27) va en la ‘bodega’, el último. Da estabilidad y nos chilla en los últimos 150 metros para no aflojar”.

La mezcla está diseñada para bañarse en oro. Por eso la plata dejó un regusto agrio. En el mundillo de la piragua, el kayak de 11 metros y cuatro palistas refleja el potencial de un país. Desde Atenas 2004, España está en los podios olímpicos. Pero siempre sigue en la memoria superar la plata de la alineación mítica del K4 1.000 (Menéndez, Misioné, Díaz-Flor y Celorrio) en Montreal 1976 y su campeonato del mundo en 1975. Ahora, en el medio kilómetro que será distancia olímpica en Tokio 2020, España tendrá a cuatro bestias. Tocará clasificar el año próximo, limar décimas con la potente Alemania, alimentar el deseo y después soñar. Con un oro y con una despedida de lujo para el gran capitán Craviotto.

 

Las otras finales

C2 200: María Pérez y Antía Jacome, séptimas. K1 200: Teresa Portela, octava. C1 200: Alberto Pedrero, séptimo. K1 500: Albert Martí y Juan Oriyés, séptimos. C2 500: Sergio Vallejo y Adrián Sieiro, cuartos. C1 5.000: Manuel Campos, sexto. C1 5.000: María Corbera, séptima.  K1 5.000: Javier Hernanz, cuarto.  K1 5.000: Eva Barrios, novena.