Martín y Pérez, oro y García, plata: la marcha al rescate
El marchador pacense y la granadina consiguieron en 20 kilómetros marcha las dos primeras medallas de oro de España en los Europeos. Diego García Carrera se llevó la plata.San Silvestre 2018 en Madrid: recorrido y cortes de tráfico
Un sospechoso olor a gas cerca de Breitscheidplatz retrasó el inicio del 20 kilómetros marcha femenino de los Europeos de Berlín y la salida se hizo conjunta con la masculina. Dos horas de espera que merecieron mucho la pena, porque hubo festival de gran cartel de la marcha española que, como siempre, salió al rescate en el medallero que mejora mucho su cara. Siete metales, dos dorados. Por eso la verbena fue grande, porque hubo dos oros, los de Álvaro Martín y María Pérez, y, además, la plata de Diego García Carrera. Nunca en la historia se había hecho doblete masculino y femenino. Ya está aquí, en el circuito rebosante de público junto al Zoológico. Otro dato, de los tres medallistas ninguno supera los 24 años.
"Tenemos los cuatro posibilidades de medalla", decía sobre la carrera masculina Álvaro Martín, extremeño de Llerena de 24 años y el nuevo rey de la disciplina que no suele fallar en el atletismo español. Los chicos en liza en las resbaladizas curvas berlinesas eran Diego García Carrera, Alberto Amezcua, Miguel Ángel López y el propio Martín. Fueron en el grupo de cabeza los tres primeros cuartos de carrera. López, defensor de la corona de Zúrich 2014, cedió. Luego se quedó Amezcua y después todos... menos García Carrera, Álvaro Martín y el ruso sin bandera Mizinov al que descolgaron y se quedó el bronce. Martín atacó largo y llegó solo a meta (1:20:42), a sabiendas del gran final de García Carrera (1:20:48).
Álvaro Martín fue un talento más que precoz. Con 18 años ya estaba en los Juegos de Londres y sobre él recayó el peso de heredar el título de López, ahora su compañero en las duras sesiones de Navacerrada y sexto en Berlín. “Yo estoy muy bien, pero no puedo predecir el futuro, de Miguel he aprendido a ser profesional”, avisaba el ídolo de Llerena. Vivió la presión de una temporada “muy difícil en lo personal” en la que rompió con todo en diciembre y cambió a entrenarse hace pocos meses con José Antonio Carrillo, técnico de López. “No sabía donde meterme, pero al final pude sacar el rendimiento deportivo”. Martín enriqueció su oro con una oda contra el dopaje: “Creo en mi deporte , espero que no haya más episodios tan dramáticos e intento poner la mano en el fuego por todos”. Y cómo buen rockero de Viña Rock añadió: “Ahora me voy a tomar un cervezón, que llevo dos meses sin probarla".
García Carrera, que hasta la temporada pasada se entrenaba junto a Martín (antes amigos, ahora sólo compañeros), es el siguiente en la línea de sucesión con 22 años, madrileño y músico de conservatorio (toca el trombón). De Sub-23 fue campeón de Europa y ahora se consolida con los absolutos. Es un luchador proactivo para que la marcha tenga más protagonismo en el programa atlético: “A ver si con esto nos hacen más caso”, cuenta este fiel discípulo de José Antonio Quintana, de sonrisa permanente y que ha llegado a marchar una milla en Diamond League.
Poco más de cinco minutos después, en 1h 26:36 y con récord de los Campeonatos, llegaba María Pérez, una granadina de Orce que es todo casta. La lituana Vaciukeviciute animó la prueba, pero se quedó para dar protagonismo a la checa Drahotova, la italiana Palmisano y a la pequeña ‘Mari’, una guerrera del arte de caminar rápido. Primero, sufriendo, se quedó. Pero encontró a su compañero de entrenamientos Amezcua, el que se descolgó en hombres, y se transformó en otra. “No me fije demasiado”, asegura, pero cuando el granadino estaba cerca pasó a ser indestructible y sacó de rueda a la checa. "Mi punto fuerte es el último 5.000, sabía que si llegaba viva tendría muchas opciones", revelaba. El oro estaba en Orce, un pueblito de interior de 1.200 habitantes.
Los que conocen a Pérez dicen que es durísima, una máquina que se forma con Daniel Jacinto Garzón, exmarchador de Guadix, que desde los 11 años guía a esta pequeña atleta, de 1,56 y 48 kilos, de la misma generación brillante que García Carrera. Igual que el marchador, tiene 22 años, pero conoce muy bien la historia de su disciplina. En el día previo no quiso ir a la rueda de prensa, “para estar más concentrada” y prefirió quedarse en la habitación viendo vídeos de históricas como María Vasco, Bea Pascual… “Son mis referentes”. Ahora ella será un ejemplo a seguir para otras. También Laura García-Caro, que terminó sexta.
Pérez, que trajo la séptima medalla de España al medallero y la cuarta de la marcha (a estas tres hay que añadir el bronce de Takacs), contó como gestionó el retraso. “Fue duro, porque estaba ya con el dorsal, nos dijeron que salíamos, luego que no, que íbamos a la vez que los chicos. Era como en el aeropuerto cuando retrasan vuelos. Yo me puse el Spotify y me olvidé de todo”, relataba María. García Carrera expuso como lo vivió él: “Nos dijeron que podría ser una bomba”. Al final, una falsa alarma, un retraso que mereció la pena para vivir el festival de la marcha española, que ya suma 18 medallas en Europeos (ocho oros). La fiesta la organizaron Álvaro Martín, María Pérez y Diego García Carrera.