“Los chicos no deben arrastrar el peso del pasado”
Ballart, Sans y Pedrerol, integrantes de la Selección olímpica de Barcelona ’92 que perdió la final ante Italia, rememoran el pasado a las puertas de otro España-Italia.
En 1992 perdieron la final de los Juegos de Barcelona ante Italia, después de tres prórrogas y de un año y medio de sacrificio inmenso con Dragan Matutinovic como entrenador. Este jueves, la Selección masculina se mide de nuevo a Italia en el Europeo de Barcelona, en este caso en semifinales. Ustedes mismos. Empiecen por aquel partido ante Italia, por ejemplo.
Dani Ballart: Estoy hasta los huevos de que me pregunten por Italia. Fue un partido muy amargo.
Jordi Sans: Y yo también estoy hasta los huevos.
Sergi Pedrerol: Fue una decepción, pero ya superada. Tardé mucho en olvidarlo, no sabría decir el tiempo, pero duró muchos años. Ahora lo relativizas.
DB: Ahora que hablas del tiempo, cuando yo dejo la Selección en 2006 es cuando empiezo a hacer limpio. Me acuerdo de lo bueno y de que nunca más volveré a vivir todo lo que me dio el waterpolo.
JS: En mi caso, siempre dije que al día siguiente sale el sol porque los deportistas nos levantamos cuando nos caemos… Pero debo reconocer que tardó mucho en salir el sol. No recuerdo si fue un año o un año y medio. Ahora, con esta perspectiva, solo me quedan los buenos recuerdos. Y hubo malos, claro. Recuerdo que nos tenían que llevar al podio a colgarnos la plata porque no la queríamos: estábamos llorando desconsoladamente en el vestuario. Pero ahora es otra cosa, me quedo con la final más larga de la historia olímpica, con mis amigos y la familia que estaban en la grada… Era el último partido antes de la clausura. Me quedo con la grandeza de que aquellos Juegos fueron un referente. No me queda nada malo.
SP: Con el tiempo nos reímos también de la dura preparación.
JS: Yo cuando subo las escaleras no bromeo, ¡eh! Mi rodilla se queja. Me dice, ese dolor es debido a las concentraciones de Andorra.
SP: Ahora que ha pasado el tiempo nos reímos porque no queda otra, pero aquel sufrimiento fue enorme para todos. ¿Qué aquello era necesario? Seguro; ¿Qué si nos dicen qué si firmamos vivir todo aquello para ser medallistas? Habríamos firmado, aunque no sabíamos lo que nos venía encima. Fue un año y medio muy duro.
DB: Todas esas experiencias nos ayudaron a estar y ser vivos, porque realmente no parábamos de liarla. Con los cinturones de perdigones que debíamos llevar mientras nadábamos y hacíamos mil trucos de cirujano para que pareciesen que llevábamos peso y en verdad no había nada. Dentro de toda su dureza, Matutinovic tenía una parte buena. Hacíamos dos días fuertes y el tercero, un partido de fútbol por la mañana y por la tarde libre. Y después del segundo día nos íbamos de fiesta.
JS: Pero de fiesta en Andorra, ¡eh!
DB: Sí, pero además animados por Dragan. Era el primero en decirnos que nos fuéramos del hotel, que quería que nos lo pasáramos bien.
JS: Sí, recuerdo en el Mundial de Perth ’91 que pasamos allí el fin de año. El día 31 de diciembre, Dragan nos dijo: ‘iros del hotel y no volváis, haced lo que os dé la gana, pero a las 10:00 de la mañana os quiero en la piscina’. Salimos de fiesta. Íbamos en una furgoneta. Pero en Australia se conduce al revés, y yo iba en el sentido europeo. Si nos cogen… Fue un número. Llegamos a la piscina a las 10:00 y no nos podíamos ni mover. Estábamos a 40 grados en enero y pensábamos que nos iba a caer una… Calentamos los brazos y Dragan nos dijo: ‘Ya os podéis ir a dormir’. Imagínense lo que pensaba él para prepararnos psicológicamente. Tenía estas cosas.
SP: Pensad que hoy en día es inviable hacer aquellos entrenamientos. Las generaciones son muy diferentes y además en los clubes el nivel de profesionalización es muy bajo. En aquella época Matutinovic lo hizo ya en el CN Montjuïc. Eso lo quieres aplicar ahora y a los cuatro días la mitad ya no te vienen.
DB: Fuimos una generación que cuando nos decían ‘haz esto’, no nos lo planteábamos y lo hacíamos. Confiábamos en lo que tocaba e íbamos a muerte. Ahora no es así. Tienes que decirles el porqué a los jugadores, les debes convencer… Además, después de 26 años, la metodología ha cambiado mucho. Pero a día de hoy no entiendo cómo pudimos aguantar aquellos entrenamientos. Os lo juro, no lo entiendo.
(Los entrenamientos de Matutinovic en Andorra constaban de nadar con pesas y camisetas varios kilómetros, correr por la montaña, hacer pesas en el gimnasio y jugar partidos de fútbol en campo reglamentario con solo 15 jugadores, entre otros ejercicios. Las jornadas duraban alrededor de ocho horas).
JS: Yo sí lo entiendo. Hablo desde fuera, porque no ejerzo de entrenador. Nosotros teníamos muy claro que teníamos unos Juegos en Barcelona y que era la única oportunidad de ganar una medalla en nuestra casa. Y fuimos capaces de aguantar lo que fuera para lograrlo. Si nos llegan a decir que subiéramos a la cubierta del Sant Jordi descalzos y que además la superficie es de color negro y nos íbamos a quemar los pies, nosotros lo habríamos hecho. Teníamos muy claro lo que queríamos. Hicimos muchas animaladas.
SP: Y ahora Matutinovic ha dicho muchas cosas en los medios de comunicación. Creo que no hay que alargar ese tema, cada uno tiene su opinión y hay que respetarla. Al final lo sufrimos, yo lo he saludado y me ha hecho ilusión. Yo tengo mi opinión, aunque sé que la vuestra es diferente, pero seguimos siendo amigos.
DB: Las perspectivas son diferentes con respecto a todo lo que pasó. Después de 26 años solo quiero acordarme de la suerte que tuve de teneros a vosotros a mi lado, también al resto de compañeros, a los que vinieron de Madrid que nos aportaron su raza y su orgullo. Todo esa mezcla nos hizo, con la manera de hacer de Matutinovic, tocar el éxito.
JS: Yo me veo más legitimado que vosotros a hablar de este asunto, y me entenderéis. Yo he sido un gran defensor de Matutinovic desde siempre por muchas razones. Pero debo decir que me estoy cansando de leer según qué cosas, que creo que en general todos le hemos respetado. Me enviaron una entrevista, la última que ha hecho, que no se coge por ningún lado. Él no debe perdonar a nadie porque, primero, esa es una palabra muy fea. Si hablamos de perdón él debería pedírselo a muchas personas, pero no es el caso. Nadie tiene que perdonar a nadie. Matutinovic tuvo muchas cosas buenas, pero otras muy malas. Y la peor es la falta de autocrítica: ‘Se gana gracias a mí y se pierde por culpa de los jugadores’. Y, para acabar, me gustaría decirle que en Atlanta ’96 fuimos campeones olímpicos sin Iván Pérez.
(En la entrevista en AS, Matutinovic dijo que con Iván Pérez habría ganado el oro en Barcelona y que, posteriormente, España ganó oros gracias a que tenía al boya cubano).
SP: Tema zanjado entonces. Hablemos del partido de este jueves. España siempre ha tenido mucha calidad, y no ha estado en medallas otros años por circunstancias. En cuartos de final, el día en el que debía dar lo mejor, lo dio. Pero Italia está demostrando un gran nivel en defensa, aunque España dejó claro que puede tener ese nivel. Espero que pueda competir.
DB: Es duro para estas generaciones que nos siguieron tener el estigma de repetir lo que nosotros logramos. Hay que dejarles en paz y dejar a un lado ese concepto. Esta gente lucha contra Montenegro, Serbia, Croacia… Países que en los 90 no existían. El waterpolo ha cambiado. Esta generación no debe arrastrar el peso del pasado. Estar dentro de los cuatro mejores de Europa, que al final es del mundo, ya es una maravilla. Y debemos gozar de ello. No sé si repetirá en el Mundial o en Tokio, pero ellos deben liberarse. Incluso David Martín. Hay que estar todos con él por el bien del waterpolo. Este éxito nos repercute a todos.
JS: Ahora podemos decir que el Europeo ha sido un éxito. Las dos selecciones en las semifinales es la prueba. Tenemos que ir a la nuestra. Espero equivocarme, pero esta Italia si mantiene el nivel es finalista y posible campeona de Europa. Pero, ojalá, se venguen del año 92 y puedan pasar a la final.