Grecia despierta a España del sueño del oro en Barcelona
Un segundo parcial lapidario (1-4) dejó a la Selección femenina sin margen de error en las semis del Europeo. El viernes, ante Hungría por el bronce.
Grecia marcó el ritmo, una pésima noticia para España. Las de Miki Oca, algo atenazadas en ataque, tardaron seis minutos en anotar su primer gol en el partido. Lo logró Bea Ortiz en uno de sus lanzamientos desde el arco, una pequeña ráfaga de esperanza entre tanta tormenta griega. Tsoukala había adelantado antes a las helenas. La catarsis griega llegó en el segundo parcial. Un 0-4 lapidario, una losa sobre las chicas de Oca. Asimaki desde la boya, y las Plevritou percutieron la portería de Laura Ester (2-5).
Los números son fríos, pero explican el mal arranque español: Ester no paró un lanzamiento y el ataque solo convirtió dos de sus 13 remates (uno de ellos de penalti de Anni Espar). Las razones, la gran interpretación griega del partido, el descomunal marcaje de Margarita Plevritou a Maica García y el nerviosismo de las guerreras del agua en ataque, que se bloquearon.
Bea Ortiz tiró del carro y puso a la Selección a dos goles de Grecia en el comienzo del tercer parcial (3-5). Lamentablemente fue un espejismo. España seguía cometiendo los mismos pecados, sobre todo en defensa. En un minuto, Grecia logró su máxima ventaja (3-7). En ataque, España no encontraba manos que se la jugarán (5-9). A falta de dos minutos para el final del tercer parcial, Oca sustituyó a Laura Ester, con cero paradas de nueve lanzamientos para la mejor jugadora del año en Europa. No fue su día. En la otra orilla, Diamantopoulou superaba el 50 por ciento de acierto. Leitón puso, en el último segundo, un 6-9 con el que se abrió el último parcial.
Irreprochable el entusiasmo y la raza de las chicas de Oca, también su waterpolo. Bea Ortiz se multiplicó y Maica García sacó exclusiones por doquier, pero Grecia mantuvo el pulso al partido, nunca se desvaneció y celebró la victoria como si del oro se tratase (9-11). No era para menos, España era el rival a batir. Ahora Grecia disputará el oro con Holanda en unas Picornell que animaron sin descanso, pero vieron a las guerreras abatidas. El viernes, eso sí, tendrá la revancha por el bronce.