¿Debe acudir María Vicente al Europeo absoluto en triple?
La atleta catalana, de sólo 17 años, tiene la marca mínima y esa experiencia le ayudará en los próximos compromisos.
El finlandés Pekka Vasala tenía sólo 20 años cuando su federación le envió a los Juegos Olímpicos de México 1968 para competir en 1.500 metros, a sabiendas de que no iba a hacer gran cosa. Y no lo hizo: noveno en la cuarto serie y eliminado a la primera. Nadie, salvo algún experto, se fijó en él. Pero cuatro años después fue campeón en los Juegos de Múnich 1972. “Agradezco a las autoridades deportivas de mi país que me enviaran a México, porque aquella experiencia ha sido fundamental para alcanzar esta medalla de oro”, dijo tras bajarse de lo más alto del podio.
Viene esto a cuento porque los responsables técnicos de la Federación Española no llevarán a María Vicente, flamante campeona europea Sub-18 de heptatlón (con récord mundial incluido) y de triple salto (cosa inédita) a los Mundiales Júniors de Tampere, que comienzan mañana, porque no quieren que se desgaste excesivamente.
Es una atleta joven y no quieren sobrecargarla. Pero María, nacida en Cataluña, de padre cubano y madre conquense, tiene marca mínima, en triple, para los Europeos absolutos de Berlín, que comienzan el 7 de agosto. También la poseen Ana Peleteiro y Patricia Sarrapio. Se pueden llevar tres atletas como máximo por prueba, de forma que tiene sitio y no supondría un gran desgaste para ella.
Pero, ¿debe ir? Sería una buena oportunidad, no tanto por los resultados que pueda obtener, sino por la experiencia impagable que va a adquirir. Estará al lado de las mejores triplistas continentales, aprenderá lo que se siente en una gran competición absoluta. Y tal vez, como a Pekka Vasala, le sirva para llevarse un oro importante en competiciones futuras.
Seguro que sabrán comprenderlo Raúl Chapado, el presidente de la RFEA (que no seleccionador), Ramón Cid, director técnico, y Carlota Castrejana, alta ejecutiva en la Federación… porque los tres fueron triplistas.