El técnico asturiano explicó las razones por las que optó por una concentración de dos semanas en Madrid en la última parte de la preparación antes del Mundial 2018: "Decidimos venir aquí al pantano de Picadas, después de muchísimos años, para realizar un trabajo más aeróbico donde los tiempos son más largos y necesitamos un embalse que disponga de una distancia considerable, por eso en Trasona (Asturias) las condiciones son un poco peores porque es más pequeño", aseguró.
García, también aprovechó la situación para agradecer a José Ramón López, director de la residencia Blume donde se han hospedado los piragüistas durante las dos semanas de concentración la hospitalidad y la facilidad ofrecida a todos los miembros del equipo: "Muy buenas condiciones que permite un descanso satisfactoria y una correcta alimentación. Las instalaciones de gimnasio te permiten desarrollar el trabajo de musculación y fuerza a la perfección. Todo queda totalmente cubierto en las instalaciones del CSD. Es cierto que José Ramón mima a todos los deportistas; él se siente piragüista pero deportista por encima de todo, y eso se percibe en el comedor, en el trato diario, en las reuniones que mantiene con los padres que vienen a interesarse por sus hijos alojados en la residencia", analizó.
El técnico asturiano también adelantó que el equipo se vuelva a concentrar "posiblemente" en Madrid el próximo año en otros períodos.De ahora en adelante la preparación del K4 entra en la fase final tras una semana de descanso para "cargar pilas". A partir del 9 de julio comienza en Trasona el trabajo "mucho más específico, de intensidad, que va a ser duro con tres semanas en las que vamos a hacer mucha carga y ultimar el trabajo del que una parte ya se hizo en los meses anteriores, aunque ahora hay que dar esas pequeñas pinceladas que son tan complicadas, y que hay que ajustar muy bien", dijo.