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PELOTA VASCA

Donald Trump juega contra los pelotaris vascos en el jai-alai

La cestapunta vivió su esplendor en Florida en los ochenta, con centenares de vascos. Desde hace un año no se conceden visados a jugadores de Euskadi.

Donald Trump juega contra los pelotaris vascos en el jai-alai
The Dania Beach

El puente que ha llevado durante décadas a cientos de pelotaris vascos de cestapunta a Estados Unidos está roto. Las restricciones migratorias en vigor desde 2016, endurecidas con la llegada a la presidencia del republicano Donald Trump el año pasado, y la escisión de la Federación Vasca de la Española en 2002 son un cóctel que está dejando sin savia nueva a los dos frontones de jai-alai activos en Florida: el Dania y el Miami.

“Es muy complicado meter pelotaris. Y no solo vascos. También mexicanos, cubanos o franceses. El Dania ha solicitado visados y le han rechazado tres o cuatro. Desde hace un año no entra un chaval nuevo”, confirma Iñigo Calzacorta, expelotari y ahora responsable de expansión de la Federación Internacional de Pelota Vasca.

La ley de Florida exige, para tener una licencia de casino, mantener una actividad deportiva paralela en la que se apuesta, que tradicionalmente han sido carreras de perros, caballos o el jai-alai, que a finales de los setenta y principios de los ochenta tuvo catorce frontones activos en Florida.

Alrededor de setenta pelotaris todavía juegan en el Dania o el Miami y su sindicato es el que solicita las visas. La que deben otorgarle es la de Deportista Reconocido Internacionalmente. Y ahí viene el segundo problema...

“La Federación Vasca se separó de la Española en 2002, hace ya 16 años. Y para obtener el visado, se debe acreditar una calidad. El Gobierno Vasco creó el Consejo Mundial, que es una Internacional paralela. Pero sus jugadores disputan sus circuitos, que no dejan de ser locales. Inmigración de EE UU, que ahora es más estricta, ve a estos pelotaris como trabajadores, y no como atletas de alto nivel, y piensa que es mejor emplear a un americano”, explica Calzacorta.

Trump ha apretado mucho más. Pero de fondo hay un problema de oficialidad. Los jugadores de la Vasca no participan en Mundiales o campeonatos de España. Si tomaran parte en ellos, tendrían un currículum deportivo interesante, la condición de Deportista de Alto Nivel y se apoyaría más su petición. No olvidemos que esto debe pasar por el consulado de España en Miami”, añade Julián García Angulo, ciudarrealeño que preside la Federación Española desde 1991. “En Miami no reconocen las competiciones locales, ni a la Federación Vasca”, recuerda.

El caso es que jóvenes como Jon Mandiola (20 años) han intentado obtener la visa en tres ocasiones en 2017, siempre con el “no” por respuesta.

“Habrá un nuevo frontón en el Magic City Casino, pero necesita veinte pelotaris. Por la vía de Inmigración van a llegar pocos o ninguno. Así que está formando jugadores locales o sacando del retiro a gente de cincuenta años para que jueguen suave”, revela Calzacorta. En los frontones cada vez hay menos público. Y sin los vascos, cada vez, menos nivel.

Los frontones de Miami forman a ex de la NFL y el béisbol

El nuevo Magic City necesita pelotaris. Y de fuera es difícil que lleguen. Así que envió un e-mail a exjugadores de fútbol americano y béisbol de los Hurricanes de la Universidad de Miami planteando la posibilidad de enrolarse en el jai-alai. Un sueldo fijo y una bolsa de 300.000 dólares según resultados. Deportistas como Tanard Davis (en la foto), que pasó por seis equipos de NFL, han aceptado el reto. Y se entrenan a las órdenes de la leyenda Juan Ramón Arrasate para dominar bolas que viajan a 300 km/h.
Tanard Davis
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Tanard DavisInstagram Tanard Davis