Bélgica y el invierno, últimos obstáculos para el Mundial
España necesita derrotar a Bélgica para clasificarse para el Campeonato del Mundo de Japón. La Selección sólo ha estado una vez en esa cita, fue en 1999.
Volver a conquistar Flandes para ir a Japón. Si España gana hoy a Bélgica, irá a un Mundial 20 años después del único que ha disputado, el de 1999. El vetusto estadio Victor Boin de Bruselas, un anexo de Heysel que ayer amaneció nevado y embarrado (este domingo se espera que mejoren las condiciones), será el escenario de un partido con la etiqueta de ‘histórico’ para el rugby español.
Decepción profunda o tremenda ilusión, no habrá término medio. Porque España hace poco que consiguió lo más difícil, ganar a Rusia y Rumanía, y desde entonces tiene lo que nunca antes había tenido: mucha atención. Las expectativas son máximas en los medios, como bien prueba la presencia de muchos en Bruselas, y entre la afición, que después de llenar el Central dos partidos seguidos acompañará a la Selección en Bruselas (se esperan entre 100 y 200 personas entre residentes y desplazados).
Enfrente habrá un equipo “con dos caras”, dice Santos, seleccionador español. Y la buena es la de casa: “Lo han fiado todo a sus dos partidos en Bélgica”. Los números le dan la razón: fuera de sus fronteras han sumado tres derrotas; dentro, 69-15 a Alemania. Y en la lista está casi todo lo mejor que tienen. Incluidos jugadores con experiencia en Top 14 y segunda francesa como Reynaert, D’Hooghe o el capitán Torfs.
A diferencia de los Diablos Negros, que han rotado cuando han salido de casa, los Leones se parecen mucho a los que han disputado los tres encuentros de clasificación anteriores (Georgia no contaba). La columna vertebral, con esa primera línea Auzqui-Pinto-Moreno casi innegociable, Gibouin y Barthere en la tercera y la bisagra Rouet-Belie distribuyendo para los Snee, Linklater y cía, se mantiene casi intacta con la única ausencia de Jaime Nava. El Rey León, lesionado, verá el partido desde la grada: “El equipo tiene que seguir tirando hacia delante”. Porque al final del camino ya se vislumbra un Mundial en 2019. Veinte años después.