“En Barcelona 1992 lo bordamos ante miradas atónitas”

Sonó el Barcelona de Monserrat Caballé y Freddie Mercury y Cobi, la inolvidable mascota que salió de la imaginación de Javier Mariscal, paseó su mirada sobre el auditorio del Comité Olímpico Español, que celebró ayer su XII Gala con un motivo especial: los 25 años de Barcelona 1992 que se cumplieron el año pasado. En primera fila, el Rey Felipe VI, que un 25 de julio mágico portó la bandera al frente de la delegación española.

Don Felipe, por entonces Príncipe, participó en vela en la clase Soling y acabó sexto. Él fue quien dirigió la marcha de una alegre tropa de 421 deportistas que marcaría el techo del olimpismo español: 22 medallas (13 oros, 7 platas y 2 bronces). Todavía no se ha superado. Antes de esos Juegos el deporte español sólo había logrado 22 medallas en ediciones de verano.

“Esos Juegos son ampliamente considerados como un ejemplo para el movimiento olímpico; cómo hacer bien las cosas en beneficio de todos: de una ciudad, de Cataluña y del conjunto de España. Barcelona 1992 trasladó al mundo la imagen de un país moderno, orgulloso y capaz. Muchos ojos nos examinaban y lo bordamos ante muchas miradas incrédulas”, expresó don Felipe.

“Algunos que ya no están con nosotros lograron esa proeza con varias administraciones unidas tras un objetivo común”, recordó el monarca. Y el recuerdo de Juan Antonio Samaranch sobrevoló Madrid.

“Las 22 medallas de Barcelona no han sido superadas, pero hemos estado después cerca por el gran legado que dejaron. El deporte ya no tuvo vuelta atrás. España se incorporó a la vanguardia internacional y se convirtió en envidia”, apuntó el presidente del COE, Alejandro Blanco, que en 1992 ejerció de voluntario.

Los dos elogiaron el papel de la mujer, que tuvo en Miriam Blasco al primer oro de la historia. “De comenzar como pioneras con grandes dificultades, pasaron a formar parte de él para ser líderes, como lo demuestran los resultados. Es cierto que quedan barreras, pero nuestras deportistas son un ejemplo a seguir y marcan el camino con convicción, dignidad y firmeza”, alabó el Rey. “Se produjo el salto de la mujer, fueron 125 deportistas, un 30% de la delegación y consiguieron un 40% de medallas. Ahora sus medallas son más del 50%”, se alegró Blanco.

Y ante Fermín Cacho, Theresa Zabell, José Manuel Moreno, Faustino Reyes, las Chicas de Oro del hockey o Miriam Blasco (faltaron cinco deportistas individuales e integrantes de los equipos) sonó el Amigos para siempre. “Os animo a mantener el espíritu de Barcelona 92”, cerró don Felipe. Ese espíritu de unidad que acabó venciendo. Derribando todas las barreras.