El TAS exculpa a Gil Roberts, que alegó los besos de su novia para justificar un positivo
El atleta, que dio positivo el 24 de marzo de 2017, fue exculpado por la Asociación Americana de Arbitraje. Decisión que la AMA recurrió y el TAS ha ratificado.
El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) falló a favor de Gil Roberts en el recurso presentado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) contra la decisión de la Asociación Americana de Arbitraje (AAA), que absolvió al atleta estadounidense de un positivo por probenecina. El argumento esgrimido: fue la novia de Roberts, Alex Salazar, quien le transmitió la probenecina. La estaba tomando para combatir una infección y “los apasionados besos”, como recogió la defensa, ocasionaron el positivo.
Según el informe de la Asociación Americana de Arbitraje, “cada vez que la pareja estaba junta se besaba apasionadamente y con frecuencia”... lo que causó el resultado adverso. El velocista aseguró que no sabía que su novia empleaba ese medicamento, y también que desconocía que “los besos pudieran trasmitir la sustancia”. “En cualquier caso, no me dopé”, concluyó.
El pasado 24 de marzo, un análisis fuera de competición reveló la presencia en el organismo de Roberts de probenecina. Se puede utilizar para tratar el exceso de ácido úrico en la sangre, pero a menudo los deportistas la usan como enmascarante, ya que aumenta la cantidad de orina y se pueden eliminar antes los productos prohibidos. Sin embargo, quedó probado que Alex Salazar inició un tratamiento médico en el que se recetaba la ingesta de probenecina después de un viaje a la India. Sufría sinusitis, una infección respiratoria y molestias en el pecho.
La AAA aceptó y justificó esta argumentación el 10 de julio de 2017. Insatisfecha, la AMA llevó el caso al TAS un mes después. Y el Tribunal de Arbitraje dio la razón a Roberts tras la audiencia entre las dos partes celebrada el reciente 15 de enero: “El TAS determina por unanimidad que Gil Roberts cumplió con su tarea de identificar la fuente de la sustancia. Es decir, tras besar a su novia después de que ésta ingiriera la medicina que contenía probenecina. Las evidencias presentadas ante el TAS, incluidos varios testigos, fueron convincentes y consistentes. El consumo resultó accidental y no se le debe aplicar ninguna sanción”. Por su parte, Roberts tiró de ironía con el veredicto exculpatorio: “Demostré una vez más que no me dopé. Nadie puede acusarme por dar besos a mi chica”.