Alex, Dani y Sergey, la sangre rusa en la Selección española
Los hermanos Dujsebaev nacieron e Santander, hijos del mítico Talant; Hernández llegó a Pamplona con tres años, adoptado por españoles
Los tres son españoles y están ahora en la Selección de Jordi Ribera en Zaragoza preparando el Europeo de Croacia, se han formado en nuestro país, y hablan un castellano con acento de casa. Pero los tres son diferente al resto y tienen en común la sangre rusa en sus venas: los hermanos Alex y Dani Dujsebaev han nacido en Santander, y Sergey Hernández llegó a Pamplona de niño, de Kropotkin, una ciudad pequeña cerca del Mar Negro, adoptado por una pareja española relacionada con el atletismo, cuando sólo tenía tres años.
Alex y Dani son hijos de un mito, Talant, de Kirguistan, uno de los países de la extinta URSS, pero Olga, la madre, es una exjugadora rusa, eslava, alta y rubia. El mayor, Alex (1992) juega a las órdenes de su padre en el Kielce polaco tras ganar el año pasado la Champions con el Vardar Macedonio; Dani (1997) actúa en el Celje esloveno cedido por el Kielce, precisamente, y tras formarse en la cantera del Barcelona, el club con el que rivalizaba Talant.
Hernández (1994), que de su origen mantiene el nombre y un aspecto físico inconfundible, juega en el Anaitasuna de Pamplona, y actúa de portero. Desde el verano está en el ojo de Ribera, y aunque a la concentración de Zaragoza ha llegado como el tercer portero, en esto del balonmano nunca se sabe: un chico espigado de casi dos metros, rápido, intuitivo, atlético. En Pamplona, además, Sergey coincide con otro joven español de origen ruso como Kisselev, hijo de otro de los grandes de la selección soviética.