Larrinaga pierde el título WBC Mediterráneo ante Pardal
Enorme superioridad del valenciano, que arrasó desde el gong inicial y se impuso por k.o técnico en el segundo asalto. Empate técnico de Gago ante un Terrazas gigante.
Ibon Larrinaga fue un muñeco de trapo y cedió el título de campeón Mediterráneo del Consejo Mundial de Boxeo (WBC por sus siglas en inglés) del peso supergallo, que había conquistado en mayo La Rochelle. Perdió de esta forma su imbatibilidad (ahora suma 9 victorias y una derrota). Fue en el amanecer del segundo asalto cuando el árbitro paró la refriega, ya que el púgil de Romo (Bizkaia), noveno en las listas europeas, cayó por segunda vez maduro ante Aritz ‘El Chulito’ Pardal, un torbellino de salida que consumó su noveno k.o. en once victorias (suma dos derrotas por la vía rápida). “No ha sido mi noche”, se resignó frustrado el estilista boxeador local. No se recuerda por Bilbao en los últimos tiempos ver claudicar tan rápido a uno de sus protegidos.
Aunque el combate llevaba escrito en su cartel que iba a leer entre líneas un debate cerrado y ajustado, el primer zarpazo del valenciano Pardal, cerca de la conclusión del primer asalto, fue premonitorio: tras una buena combinación hizo caer al púgil local. Pero la campana salvó a este. En la vuelta al cuadrilátero no le salvó ni la Amatxu de Begoña; la cosa no cambió y el árbitro, acertadamente, decidió parar, pese a la protesta en el rincón vasco.
Posteriormente Andoni Gago, en otro de los duelos que ocupaban la cabecera de la velada, cruzó guantes con Victor 'Vikingo' Terrazas, que dominó el centro y fue marcando territorio desde el inicio. Trató Andoni de llevar la iniciativa y enredar a un púgil superior técnicamente, que le fue ablandando la cara con golpes certeros. Por algo es campeón del mundo pluma. No paró de cobrar el 'Machito', mientras que se convirtió en misión imposible poner una mano encima del adversario. En el cuarto parecía que estaba remontando y le propinó al mexicano un cabezazo fortuito en la ceja izquierda, que obligó al árbitro a parar, tras examinarle el médico. Empate técnico. El colofón a una noche rara, amarga para los fieles del boxeo en Euskadi.
En los previos de la tercera edición del Winter on Fire que organiza MGZ Promotions, Haritz Lopez de la Cal fue arrollado por Dani Gómez y cayó por abandono en el tercer asalto. Muy amigo de Kerman, hasta hizo el lanzamiento de la toalla desde la esquina. Diego Valtierra inauguró su casillero de derrotas ante Adrián Rodríguez, por decisión dividida. Brian Peláez estuvo en las mismas ante Saúl Luna. El combate femenino puso en pie a los espectadores del Bizkaia, con Violeta González, la única profesional de la provincia, obligando a besar la lona a la invicta madrileña Paloma Ramos a los diez segundos con un crochet mortífero; esta, muy corajuda, se rehízo, pero al segundo arrebato claudicó, en el quinto, por k.o. técnico. Por último, Jon Míguez, un peleador ortodoxo con físico rotundo, se deshizo en el cuarto por k.o. técnico de Fernando Gandarias, que entró el barrillo en busca de fortuna pero salió trasquilado. Un gancho en frío obligó al castreño, de origen vizcaíno, a buscar su mejor repertorio. Su izquierda funcionó y ambos se fueron en busca de cadáveres en un gran round en que ambos se quedaron en posición horizontal. Un gancho de izquierda que parecía un relámpago tuvo la culpa de que cayera el telón.