Los Falcons ganan con un día memorable de Julio Jones
El equipo de Atlanta estuvo a punto de repetir la desdichada remontada de la Super Bowl, en esta ocasión a manos de los Tampa Bay Buccaneers.
Dos de las grandes señas de identidad de los Atlanta Falcons se conjuntaron en el partido de los Tampa Bay Buccaneers para poner el corazón de sus seguidores en un puño. Una es buena y la otra mala. Y ambas parecen perseguirles durante toda la temporada.
Primero la buena.
Julio Jones tuvo un partido memorable. Uno de esos en los que demuestra que hay muy pocos seres humanos capaces de hacer lo que él. Una actuación en la que acabas pensando que es el mejor receptor físico de la liga, y que cuando su equipo no abusa de él no acaba de hacerlo bien del todo. Eso es mentira, que hemos visto a este ataque funcionar aunque sólo necesitase gotitas de talento destilaod del genial wide receiver, sólo que es mucho mejor cuando Julio toma al asalto los duelos.
Jones amasó 253 yardas. Sí, 253 yardas. Cogió 11 balones de los 14 que Matt Ryan le mandó y anotó dos touchdowns, ambos dignos de aparecer en los vídeos resumen de la jornada. El segundo, en un precioso movimiento de escape y escorzo para entrar por encima del pilón.
El primero, sin embargo, aún más espectacular. Porque he dicho que Julio Jones hizo 11 de 14 a pase de Ryan, y no he mentido. Lo que sucede es que sus estadísticas finales indican 12 pases recibidos de 15 intentos. Y es su compañero de posición Mohamed Sanu fue el que le puso un precioso pase de touchdown.
Es la tercera vez en la carrera de Julio Jones que pasa de 250 yardas. Ningún otro receptor en activo de la liga puede presumir de tener ni siquiera dos de estos monumentos al juego de pase.
Sirvieron estos asombrosos números para contrarrestar la otra seña de identidad. La mala. La segunda. Y es que los Atlanta Falcons se dejan remontar partidos, como es imposible olvidar que les sucedió en la Super Bowl XI.
No fue 28-3. En este caso ganaban a los Bucs por 27 a 6, que ya está bien, y vieron como los de Tampa Bay se acercaron al marcador de 27-20. La sombra de la remontada volvió a pasar por la vida del equipo de Dan Quinn.
Atlanta pudo recomponerse del susto y volver a anotar para dejar el marcador final en 34-20. Son tres victorias seguidas para los Falcons, que con 7-4 de récord se convierten en unos de los más serios aspirantes de la NFC a ocupar una de las plazas de wild card, incluso de pelear por la división con los Panthers y los Saints.