Jaime Nava: el regreso del capitán del rugby
Tras siete años fuera repartidos entre Francia e Inglaterra, ha vuelto a la que fue su casa: Alcobendas. Tiene proyectos en mente y un objetivo: que España este en el Mundial de Japón.
Hace unos meses, Jaime Nava decidió que ya era hora. Tras siete años paseando sus imponentes 1,91 y 108 kilos por el rugby francés e ingles, el capitán de la Selección española, madrileño formado en el Alcobendas, decidió volver a casa. “Han sido muchos años fuera. Me quedan dos o tres de carrera, los más importantes, y quería estar cerca de mi familia y amigos”, reconoce el tercera línea.
Esta temporada milita en el Sanitas Alcobendas, su casa y el tercero en discordia en la Liga Heineken tras VRAC Entrepinares y El Salvador. Una dicotomía que aspiran a romper al norte de la capital. Nava lo asume con naturalidad: “Estamos haciendo las cosas muy bien, con un proyecto bastante sólido. A nivel de plantilla no aspiramos a todo pero podemos competir por los principales títulos”.
Pero antes de eso, Nava tendrá que afrontar metas aún más altas con la Selección. El 11 y el 18 de febrero los Leones se miden a Rusia y Rumanía en el Seis Naciones B con el objetivo de ganar ambos partidos y encarrilar así la clasificación directa para el Mundial de Japón, que se disputará el próximo verano. A sus 34 años, podría ser su último tren mundialista. Como un capitán de los tercios, se encomienda al supremo y sentencia: “Tenemos equipo para estar. España va a luchar con todo y, si Dios quiere, iremos al Mundial”.
Una experiencia en Francia
De sus siete años fuera, Nava pasó seis en Francia, repartidos entre Saint Etienne, Bresanne y Périgueux. No cree que haya nada extrapolable a nuestro rugby: “El rugby francés es totalmente distinto al español”. Y da las claves de ello: “Tienen una cultura rugbística casi centenaria. Mientras allí juegan medio millón de personas aquí no llegan a 40.000. Sus dos primeras divisiones están profesionalizadas y hay clubes y jugadores en todas las regiones”. Aún así se muestra optimista una vez más: “Podemos aspirar a ello. Poco a poco nos acercaremos”. Mientras, él ya pone su granito de arena a través de distintos proyectos.