El 'Dongfeng' y el 'MAPFRE' prosiguen su mano a mano
La flota ha pasado el Ecuador, procedente de Lisboa y rumbo a Ciudad del Cabo, e hizo sus ofrendas tradicionales a Neptuno, el dios del mar.
El Dongfeng chino y el MAPFRE español continúan con su mano a mano en la segunda etapa de la Volvo Ocean Race, la vuelta al mundo a vela con escalas, y siguen muy pegados después de hacer el simbólico cruce por el Ecuador y las consiguientes ofrendas al Rey Neptuno.
Como manda la tradición marítima, con el cruce del Ecuador llega la obligación de cumplir con el mandato de que cualquier navegante que aún no lo haya cruzado sea instalado en la corte de Neptuno y le entregue su correspondiente tributo para ser admitido en ella.
Esta particular ceremonia lleva aparejada habitualmente un afeitado en cualquier parte del cuerpo mientras se rocía a los novatos con cualquier líquido, cuanto más putrefacto mejor, que el equipo haya logrado acumular en los últimos días.
Así, en el barco de Xabi Fernández, fue el veterano Rob Greenhalgh el que ejerció de rey de los océanos ante los novatos Támara Echegoyen, Blair Tuke y el reportero a bordo Ugo Fonollá, los cuales sufrieron un corte de pelo.
El 'Dongfeng', que llegó a perder por momentos el liderato de la flota en favor del 'MAPFRE', fue el primero en cruzar esa mítica línea pasadas las 10.30 hora peninsular española, seguido del barco español, el 'Vestas 11th Hour Racing', el 'AkzoNobel' y el 'Team Brunel', que están comprimidos en apenas 18 millas, con los de Xabi Fernández a poco más de dos millas de los de Charles Caudrelier. Por su parte, el 'Turn the Tide on Plastic' y el 'Sun Hung Kai/Scallywag' son los que cierran la flota en estos momentos a 52 y 62 millas, respectivamente.
"Estamos pasando por una zona de mucha actividad en el cielo y hay muchas nubes. Dependiendo de las características, cada nube tiene diferentes condiciones que afectan a la navegación y tenemos que intentar evitar aquellas que no nos favorezcan. Hay veces que se puede con la ayuda de la tripulación y del navegante, pero hay otras que no queda más remedio que cruzarlas y lo que hay que hacer es intentar paliar lo que te toque", advertía Echegoyen.
Con más de 3.500 millas por delante para llegar a Sudáfrica, el objetivo del barco español ahora será continuar abriendo la brecha sobre sus perseguidores y conseguir una buena posición para tratar de asaltar el liderato.