"Hay que romper con la imagen negativa del árbitro"

¿Cómo llegó a ser árbitro?

Empecé por casualidad. Jugaba y una amiga que no tenía suficientes árbitros para una concentración de rugby base en Marbella me dijo que si podía echar una mano, y me gustó. Me pareció una buena forma de aprenderme mejor el reglamento porque es muy complejo. También tengo el curso de entrenadora, pero a mi me gusta más estar dentro. Me fui enganchando. Empecé en 2006. En 2012 dejé de jugar para centrarme en el arbitraje.

¿Es más difícil llegar a alto nivel siendo mujer?

Creo que es más fácil. A nivel internacional se está fomentando que arbitren las mujeres las competiciones femeninas y como hay menos tienes más fácil poder dar el salto. Luego, mantenerse es igual de difícil.

Ha arbitrado tanto en masculino como en femenino, ¿hay diferencias?

No hago distinción, arbitro rugby y no diferencio si es masculino o femenino. El nivel te lo da la técnica y el físico de los jugadores, depende la exigencia.

Que haya árbitras a gran nivel sirve también de espejo para animar a más mujeres...

Claro que sí. Una cosa fundamental que estamos comprobando es que cuanta más visibilidad más ayudamos a romper con el miedo de que hay cosas que sólo pueden hacer los hombres. El arbitraje, como todo en la vida, lo pueden hacer personas. El número de árbitras está creciendo en las ligas territoriales. A nivel nacional, de momento, sólo estoy yo.

Usted, que es la mejor árbitro del año 2016.

Compartido con otro árbitro, el masculino en los Juegos Olímpicos. He sido la primera y única por ahora. Es un mensaje que manda la Federación internacional, que hizo una apuesta por el arbitraje femenino. Me lo dieron por la final de Río, como al compañero.

¿En qué cree que tiene que mejorar aún el mundo del arbitraje femenino?

No sólo en el femenino, sino en general, hay que mejorar el marco de alto rendimiento. Hay para entrenadores y jugadores, pero no para árbitros. En muchas modalidades el árbitro es un deportista, tiene sus revisiones, viajar... eso me impide tener un trabajo. No hay becas ni nada. La World Rugby quiere que esté disponible y tengo un contrato semiprofesional. Soy la única en España que vive del arbitraje. Y hay que romper la idea del árbitro como imagen negativa, porque si no la gente no se acerca .

¿Su mejor y su peor recuerdo como árbitra?

El mejor, los Juegos Olímpicos, siempre quise ir a unos y lo pude hacer. Hubo momentos duros por convivir con comentarios muy negativos cuando sólo quería mejorar y hacer mi trabajo.