Los Bills convierten Buffalo en un fortín y van muy en serio

Contando las cuatro grandes ligas norteamericanas, esto es, la NFL, la NBA, la MLB y la NHL, no hay franquicia que lleve más tiempo sin jugar playoffs que los Buffalo Bills. Fue en 1999, con el increíble "Music City Miracle" como triste colofón, cuando probaron las mieles de la pelea por el título por última vez. Son 19 larguísimos años para una afición animosa e infatigable que, opino yo desde la más absoluta subjetividad y el interés propio, va mereciendo una alegría de este calibre.

Aún es muy pronto para hablar de esas cosas, porque son los Bills y la historia pesa. Sin embargo, situados en la clasificación con un imponente 5-2 por récord, han demostrado que van muy en serio a por todas.

Los Buffalo Bills ganaron a los Oakland Raiders por 34 a 14, en lo que era un partido clave para la pelea por las plazas de wild card de la AFC. Al igual que dije antes, puede parecer pronto para hablar de estas cosas, pero no en estas dos franquicias, que saben que la montaña que tienen por delante en sus propias divisiones van a ser muy duras de esacalar.

Lo hicieron con su norma básica desde que Sean McDermott se hizo cargo del equipo: eliminar cualquier tipo de riesgo, correr, defender al límite en cada snap, en cada down. Nada que parezca como fuegos artificiales, sino algo que haga liderar la NFL en cambios de posesión. De nuevo, forzaron cuatro balones recuperados desde la defensa, algo que ya está dejando de ser casualidad en el equipo.

Además, su afición les lleva en volandas. No conocen la derrota en casa y siguen aumentando su racha de más de 20 puntos anotados en los partidos jugados en Buffalo.

LeSean McCoy, el centro del ataque, sumó 151 yardas y anotó un touchdown. El equipo sólo necesitó 165 yardas del quarterback Tyrod Taylor, con 20 de 27 pases completados. Porque la defensa y un juego sin errores, terrestre, firme, se encargó de todo lo demás.

Sean McDermott es difícil que aparezca en la lista de entrenadores del año porque la sensación Sean McVay, de Los Angeles Rams, se lleva todos los titulares. No es del todo justo. Su trabajo, en conjunción con el del general manager, Brandon Beane, que se ha encargado de limpiar el vestuario de las "estrellas" del anterior régimen no sólo les está llevando a tener una enormidad de elecciones del próximo draft, flexibilidad en el espacio salarial, sino que tiene al grupo resultante, y a la #BillsMafia de aficionados soñando con los playoffs. Sí, van en serio.