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Chicago Bears

Los Chiago Bears reevaluarán la posición de QB titular

La hora de Mitch Trubisky, números dos del draft, puede estar a punto de llegar tras la decepcionante actuación de Mike Glennon ante los Packers.
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Actualizado a
GREEN BAY, WI - SEPTEMBER 28: Mitchell Trubisky #10 and Mike Glennon #8 of the Chicago Bears warm up before the game against the Green Bay Packers at Lambeau Field on September 28, 2017 in Green Bay, Wisconsin.   Jonathan Daniel/Getty Images/AFP
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JONATHAN DANIELAFP

Tras dos nuevas intercepciones imperdonables de Mike Glennon, los Chicago Bears reevaluarán su posición de quarterback titular.

Así lo explicó John Fox, entrenador del equipo, en la rueda de prensa posterior a la dura derrota contra sus grandes rivales de Green Bay Packers. "Hay que mirar todas las posiciones y ver en qué debemos mejorar. Tenemos muchos cambios que hacer. La posición de quarterback está dentro de esa evalucación, sí", subrayó el técnico.

Y es que Mike Glennon tuvo un partido horrible contra los Packers. Además de las dos intercepciones, fue el protagonista de dos fumbles. Dar cuatro veces el balón al ataque de Aaron Rodgers no parece una manera óptima de afrontar un partido en Lambeau Field y, por supuesto, suele llevarte a duras derrotas.

Tan duras como para que se cuestione tu titularidad. Durante la temporada Glennon ya lleva cinco intercecpiones y tres fumbles perdidos y los Bears andan con un 1-3 en la columna de victorias y derrotas en una división en la que sus tres rivales parecen lanzados hacia la pelea de unos playoffs que los de Chicago ven muy de lejos.

El problema para Glennon, además, es que se siente como suplente detrás de él Mitch Trubisky, jugador que ha sido el número dos del pasado draft. Es evidente que Trubisky es el futuro de la franquicia y que será tarde o temprano, pero será, el cambio del uno por el otro.

John Fox planeaba el tener a Trubisky sentado todo el año y dejarle madurar a fuego lento en la banda. Sin embargo, los malos resultados siempre adelantan o revientan los planes. Cuando una estrella del draft es suplente sólo hacen falta un par de derrotas para que la tentación de ponerle a jugar aparezca. Si, encima, el titular es señalado como culpable por no tener cuidado con las pérdidas de balón, la decisión puede estar mucho más cerca de lo que se esperaba.