Pastrana busca ser bicampeona europea en Alcobendas

El día ha llegado para Joana Pastrana (10-1, 3 KO). La española se mueve por retos y sólo 140 días después del último ya está inmersa en el siguiente. El 5 de mayo se convirtió en la primera campeona de Europa de la historia del peso mínimo. Había hecho historia, pero no se conformaba y junto a su equipo pronto se puso el siguiente objetivo: ser bicampeona europea. Pocas mujeres se atreven a enfrentarse con ella en su peso, pero tras mucha búsqueda su rival apareció. Judit Hachbold se atrevió a desafiarla.

La húngara es una vieja conocida de Pastrana. Pelearon en marzo, dio la cara, se destapó como una púgil rocosa, pero sucumbió. Es su única derrota como profesional en cinco combates y llega con muchas ganas de venganza. "Han cambiado cosas en ambos lados", reconoce la campeona, que no subestima ni un ápice a su rival. No será una lucha fácil, pero tiene claro su sueño: "Me encantaría ganar por KO", admite sonriente.

Ese pleito tendrá dos marchas, dependiendo la boxeadora que se imponga. Pastrana cuenta con un gran manejo del jab. Es capaz de golpear duro con él sin arriesgar demasiado gracias a su 1,8 metros de envergadura. Si impone la larga distancia tiene mucho ganado. Por su parte, si Hachbold logra llevar el combate a la guerra, siendo mucho más baja, puede complicar con cualquier golpe a la campeona. Es su principal oportunidad y saldrá a morder. Pastrana tiene la capacidad para capearla y castigarla. Debe hacerlo para ser bicampeona.

Ángel Moreno, vive su combate más importante

En esa misma velada otro español se jugará mucho. Ángel Moreno (15-2-2, 5 KO) ha dado un vuelco a su carrera. Ha firmado con la promotora Guantes de Lobo y busca una oportunidad por el título mundial del peso mosca. Su primera parada es Alcobendas, donde se verá con José RIvas (15-11-4, 8 KO) por el cinturón Latino por la Organización Mundial de Boxeo (WBO, en inglés). Un título menor, pero que le situaría en una buena posición mundial.

Ambos son púgiles muy rápidos tanto en desplazamientos como a la hora de tirar manos. Moreno debe moverse, tocar y salir, evitando así la guerra cabeza con cabeza, donde los mexicanos se muevesn más cómodos. A pesar de ello, no es una distancia en la que 'Golden Boy' se defienda mal y ha trabajado mucho en ella. La motivación de Moreno es máxima, pero la de Rivas también. El púgil de Jalisco sufrió mucho en la primera parte de su carrera, donde por una mala gestión fue infravalorado como jornalero. Ahora, con siete victorias en sus últimos ocho combates no quiere dejar pasar su oportunidad. Épica batalla por una oportunidad mayor. No habrá segundas oportunidades.