Orio recupera el trono de La Concha diez años después
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La Bandera de La Concha ha sido tradicionalmente como el jardín, bueno mejor como la piscina, de la finca de Orio. Pero desde hace una década los aguiluchos no tocaban el trapo más preciado del banco fijo. Así que la explosión de júbilo en la mañana plomiza, típica norteña, será para recordar. La jornada era terrible, por un vendaval del noroeste que hizo del Cantábrico un torbellino lleno de trampas en forma de rizos de tres metros. Desde luego, no estaba para batir récords, como una semana atrás. Gorka Aranberri, el patrón de Orio (le llaman el 'Messi de las olas'), se ha aliado para días como este con Jon Salsamendi, el mago en la bahía donostiarra después de cuatro victorias seguidas con dos equipos distintos y al fin profeta en su tierra, un pueblo donde el remo es religión: pedían movimiento, provocar cosas y no estar esperando el fallo rival y volvieron a poner en evidencia la labor en popare de Urdaibai, que se llevó un chasco gordo. Repitió el equipo del domingo anterior. Vicente Carpintero, con el remo de gobierno de Bermeo, no tiene tanta experiencia en estas lides.
Era un día que recomendaba palcas y bomba de achique para no embarcar mucha agua. En la primera tanta, la de consolación, San Juan disfrutó sobre la ola y sacó la diferencia de brankas. Trabajaron muy bien los popas y contramarcas, que eran claves sobre la montaña rusa de la bahía. En el giro Zierbena estaba a 20 segundos, Donostiarra a 24 y Tirán a 46. La anfitriona Donostiarra hizo un slalom de la uno hacia la cuatro y alcanzó una meritoria segunda plaza tras un gran popare en el que remontó a Zierbena e incluso logró acercarse a los rosas.
La regata femenina encumbró por cuarto año consecutivo a San Juan, para cerrar el gran día del remo gupuzcoano. La organización estuvo a punto de suspender la prueba ante la imposibilidad de colocar las balizas dos y tres exteriores (se rompieron las cuerdas por la noche) y finalmente optó por una contrarreloj por la calle cuatro. En esos casos, la trainera que va a ser adelantada debe dejar que le rebasen por estribor, enfilando a la calle cinco. Era casi imposible coger la estacha de salida y Deusto, Donostiarra y Hernani fueron sancionadas con diez segundos por tal motivo. Las 'bateleras' son chicas de mar que se desenvuelven muy bien con el agua en movimiento y se ha demostrado durante todo el año ante una Hibaika que prefiere remar en piscina. Esta manejaba 2,66 segundos de ventaja por la primera jornada, pero en las condiciones del campo de regatas de este mediodía, ese suspiro no valía para nada. Sacaron la diferencia en la ida, ya que en el segundo largo prácticamente clavaron el tiempo de su rival. Hubo muchísimos problemas para gobernar los botes. A la proel de la Donostiarra se le cayó el remo en la ciaboga y Deusto y Mecos chocaron palas en una estampa poco reconfortante: era un panorama dantesco para remeras que en muchos casos salían a una cita así de exigente por primera vez. Existía el riesgo de quedar clavadas, así que remaban cortas, tratando de evitar la indecisión. San Juan adelantó a Orio y, prácticamente como todas, completó la travesía de vuelta casi en la mitad de tiempo que en la ida.
SEGUNDA JORNADA MASCULINA
1. Orio 21:39,72
2. Bermeo-Urdaibai a 24,28
3. Kaiku a 1:06,90
4. Hondarribia a 1:20,06
5. San Juan a 2:12.10
6. Donostiarra a 2:20,34
7. Zierbena a 2:29,14
8. Tirán a 2:38,28
CLASIFICACIÓN MASCULINA
1. Orio 40:43,02
2. Bermeo-Urdaibai a 14,50
3. Kaiku a 1:11,24
4. Hondarribia a 1:14,56
5. San Juan a 2:40.20
6. Zierbena a 2:47,62
7. Donostiarra a 2:49,52
8. Tirán a 2:58,92
CLASIFICACIÓN FEMENINA