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BALONMANO | SUPERCOPA DE ESPAÑA

El Logroño, invitado de lujo a la fiesta del Barcelona

El único equipo que consiguió ganar en España a los azulgrana, rival en la Supercopa en Ciudad Real, que se disputa este domingo.

Ciudad Real
Los capitanes del Barcelona de balonmano: Sorhaindo , Victor Tomas y Raul Entrerrios
DIARIO AS

La última vez que el Barcelona perdió contra un equipo español fue hace más de cuatro temporadas, en la pista riojana del entonces Naturhouse. Desde entonces, 145 partidos después entre ligas y copas (Supercopa, del Rey o Asobal), todo victorias. Un dominio hegemónico único en el deporte español. Pues bien, en la pista que más ha sufrido en los últimos tiempos (Quijote Arena de Ciudad Real) y frente al último equipo que le derribó (Ciudad de Logroño ahora), el Barça pelea este domingo (17:00, M+) por su vigésima Supercopa en una pista que nunca ha acogido la final y con la que se abre la temporada oficial española 2017-18.

Favorito único, el equipo azulgrana, que llega tras proclamarse en Qatar campeón del mundo de clubes. Su plantilla ha sufrido cuatro bajas, más una quinta aún por lesión (Andersson), y aunque ninguno de los tres fichajes es titular (Donelec, Bogres y Lenne), con lo que tenía le basta para ganar incluso a equipos como el Varadar o el Fuchse Berlín, de primera fila.

Para el Ciudad de Logroño esta es su segunda final. La anterior también la perdió ante el Barcelona, en Valladolid, y tras haber presumido de ser el único equipo capaz de hacer sombra a los azulgrana en cuatro años, ahora es un mar de dudas: ha cambiado dos tercios de su plantilla (nueve jugadores), ha perdido a su patricinador principal, y ya no juega la Champions.

De los que ganaron al Barcelona ya quedan muy pocos en cuadro riojano, Aginagalde y Garabaya, dos veteranos ilustres, y este último ya ha anunciado que la actual será su despedida de las pistas en la temporada que cumple la número 22 en la Asobal, y por eso su número en la camiseta del adiós será el 22. Sus equipos en la élite han sido Ademar, Cangas, Valladolid, Barcelona y ahora Logroño, y puede presumir de haber sido el pivote más versátil de una época en la que ganó el Mundial en Túnez. Ahora sabe que los mejores años del balonmano en Logroño tal vez hayan pasado. “Cuando fiché en Logroño venía de disfrutar la Champions en el Barcelona, y me preguntaban si lo hacía para retirarme. Y sí, para retirarme, pero ocho años después y tras otras cuatro Champions más”, declara el avilesino.

Por eso Garabaya es una voz autorizada para hablar de la final, y asegura que “el Barcelona ha hecho un juego estupendo en la Super Globe”, y no miente cuando asegura que tiene “una plantilla más larga en efectivos”, frente a un Logroño que ha perdido a Kappelin, Rocas, Vigo, Javi García, Langaro, Molina, Luisfe Jiménez, Peciña, Sanad, y aún no se sabe cuándo recuperará a Pablo Cacheda. Eso sí, no ha fichado mal, con la recuperación de Del Arco y Castro del extranjero, con la contratación de Paredes como nacional emergente, con el argentino Chiuffa que ya destacó en la Asobal, con el criata Kusan y y con el portero checo Krupa. Y otro punto interesante de este bloque: es la plantilla más alta de la Liga, con siete jugadores de más de dos metros. Al menos Jota González mantiene la apuesta clara: kilos y altura para plantar cara al año.