España se marcha del Europeo sin hacer un set tres partidos
En el tercero, ante Rusia, gozó de una ventaja (21-23) que no supo rentabilizar ante el bloqueo rival, que siempre leyó el ataque español
Para España se acabó el Europeo. Fue un éxito estar en Polonia entre los mejores del continente tras perderse las dos anteriores ediciones, pero el balance en Cracovia no puede ser ni esperanzador: tres partidos, tres derrotas, y sin hacer un set. Escaso balance para un equipo en construcción que no pudo pelear en igualdad: todos sus rivales han mostrado una clara superioridad física, y así es complicado si, además, el juego no es lo suficientemente rápido. Por eso se cayó 3-0 en la despedida con Rusia.
Ganar a los rusos parecía imposible, porque siempre leyeron el ataque español, siempre fueron capaces de plantar bloqueos de dos o tres jugadores, porque la colocación española era tan previsible que no se llegaba jamás a un remate claro. Pasó en el primer ser (25-19), en el segundo (25-13), y en el tercero, 25-23. Y fue una pena que tampoco se pudiese ganar este último, porque España tuvo ventaja como para decidir la victoria: 21-23. Pues bien, los rusos sumaron cuatro puntos seguidos, dos de bloqueos directos a los puntas españoles. Una locura jugar balones altos, porque los rivales llegaban con seis manos y más arriba que los nuestros.
En realidad, para muchos jugadores de España este Europeo ha sido una experiencia de futuro, de la que deben sacar conclusiones para mejorar. Con un juego plano, por altura, no hay futuro. Se impone la imaginación ofensiva y más elaborada para tener opciones. Y que surja una estrella, que aún no hay.