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ATLETISMO | MUNDIALES LONDRES 2017

Bolt se queda sin su principal rival: De Grasse, baja por lesión

El canadiense era uno de los candidatos para destronar a Usain Bolt tanto en los 100 como en los 200 metros. Una lesión en los isquitibiales le deja fuera.

Londres
El canadiense Andre de Grasse, tras conquistar la plata olímpica en los 200 metros lisos en Río 2016.
El canadiense Andre de Grasse, tras conquistar la plata olímpica en los 200 metros lisos en Río 2016.Dylan MartinezREUTERS

A Usain Bolt se le allana el camino para despedirse con un oro en los Mundiales de Londres, porque el canadiense Andre de Grasse,  con una lesión en los isquiotibiales, no participará en la cita británica por prescripción médica. "Las lesiones forman parte de este deporte", aseguraba en un comunicado el canadiense, que estuvo entrenándose en Guadalajara, pero que se hizo daño a principios de esta semana cuando ya afinaba su forma en Londres. No estará ni en 100, que empieza este viernes, ni en 200.

" Me encantaría correr porque estaba en la mejor forma de mi vida, pero no puedo arriesgarme a que la lesión empeore. Estoy extremadamente decepcionado", decía De Grasse, que en Río se destapó alcanzando hasta tres medallas olímpicas en Río: bronce en 100, plata en 200 y bronce en 4x100. Con 22 años, se encontraba en franca progresión.

Sin grandes registros en 2017, ya que había competido con mucha carga de entrenamientos, y y con 9.91 en 100 y 19.80 en 200 de siempre, sus marcas todavía no están al nivel de las de Bolt, pero el 9.69 con viento (+4.8) que hizo en junio en la Reunión de Estocolmo hacía presagiar, que De Grasse pondría en apuros a Usain, con el que comparte marca comercial.

Además, el duelo habría tenido picante porque en la Reunión de Mónaco estaba inscrito en un principio De Grasse y medios canadienses apuntaron a que desde el entorno de Bolt habían pedido que borrasen al canadiense de las listas de salida. Ahora, Usain se queda con los estadounidenses Coleman y Gatlin como principales rivales para arrebatarles su cetro.

El comunicado de De Grasse