MUNDIALES DE NATACIÓN BUDAPEST
Caeleb Dressel y Katie Ledecky reinan sin llegar aún a su límite
El estadounidense sumó siete oros, como el mejor Phelps. La fondista ha bajado sus marcas, pero espera ampliar sus pruebas.
Los siete oros de Mark Spitz en Munich 1972, las seis de Kristie Otto en Seúl 1988, los ocho de Michael Phelps en Pekín 2008… Y ahora Katie Ledecky y Caeleb Dressel, a sus 20 años, siguen la saga de las grandes leyendas acuáticas. Budapest ha supuesto el descubrimiento internacional del joven católico de Jacksonville y otro paso más en la estelar carrera de la fondista americana. Dressel culminó ayer su primer Mundial con su séptimo oro: colaboró con una soberbia posta de mariposa para que su selección ganase otro relevo, el 4x100 estilos. Phelps, con 20 años, se colgó cinco oros y una plata en Montreal 2005, por lo que el nadador de Florida lo ha superado y ha igualado las medallas del mejor Mundial del Tiburón, el de Melbourne en 2007, cuando ganó siete oros.
Entre Dressel y Phelps hay diferencias. El primero es un velocista, un purasangre de la mariposa y el estilo libre en pruebas de 50 y 100. El mejor nadador de todos los tiempos dominaba el estilo libre y la mariposa, en pruebas de 100 y 200, y su dominio de la técnica en todos las modalidades le ayudaba a ser imbatible en los 200 y 400 estilos. Pero Dressel ejerce un dominio en sus pruebas que recuerda a la del estadounidense. Budapest ha supuesto el comienzo de una carrera que apunta alto, porque el exalumno de Sergi López no ha llegado a su límite.
Dressel ha irrumpido a los 20 años (en los Juegos de Río ya ganó dos oros en los relevos), y Ledecky lleva ya un lustro, desde Londres 2012, ganando medallas. En este Mundial, la estudiante de Standford se ha humanizado en sus marcas, lejos de sus récords del mundo supersónicos, pero ha sido igual de eficiente con sus oros en los 400, 800, 1.500 y en los relevos 4x100 y 4x200 libre. Únicamente sucumbió ante Federica Pellegrini en los 200, una prueba en la que le falta aún controlar los tiempos de paso. Está aún en aprendizaje, y para los Juegos de Tokio puede mejorar esa punta de velocidad sin perder su dominio en el fondo. La incorporación de los 1.500 como prueba olímpica hace que Ledecky se plantee la gesta de alcanzar al menos seis oros en Tokio 2020.
Las marcas de Dressel son más espectaculares que sus oros. Aunque no ha batido récords del mundo, se ha colocado entre los cinco mejores de la historia en los 50 y 100 libre y los 100 mariposa. Y es un seguro en una Estados Unidos que barre en relevos. Los dos iconos vienen de América.