Woodley reta a Maia: “Derrotarle no será un gran paso para mí”
El campeón del wélter pone su cetro en juego en el UFC 214. Maia aceptó tras el reto de Woodley, pero él prefiere pensar en grandes estrellas de la UFC.
El UFC 214 tiene visos de convertirse en uno de los eventos de mayor nivel de la historia de la compañía estadounidense. Serán tres los títulos que se pondrán en juego en el Honda Center de Anaheim (California). Del cartel llama la atención, como no podía ser de otro modo, el ansiado Cormier vs Jones 2… aunque la presencia de Crys Cyborg, por el título del gallo, también hace las delicias de los fans. Entre medias, Tyron Woodley y Demian Maia se jugarán el tercer cetro de la noche, el del peso wélter, un combate que llega eclipsado por los otros dos y por la dimensión del evento. Además, sólo el campeón ha hecho algo por calentar el ambiente.
Demian Maia, a sus 39 años, ha dejado claro en la previa que su estilo es el de no provocar al rival y hablar sobre el octágono, por lo que no ha dejado ninguna perla. No así Woodley, quien ha intentado menospreciar al aspirante… quien sigue haciendo caso omiso. “Será un paso, pero no un gran paso, para ser honesto. Hay un tipo llamado Georges St. Pierre que quiere pelear. También hay otros como Nick Díaz. Hay otras peleas que sí podrían hacerme el mejor peso welter“, apuntó sin titubeos el ‘Elegido’.
No le falta razón a Woodley, ya que por nombre llamaría más la atención cualquiera de los otros dos pleitos, aunque si falla en el plano deportivo. La UFC no ha hecho mayor hincapié en esa promoción al saber que la pelea se vende sola. Woodley es un luchador que encandila por su estilo, muy activo y llamativo. Por su parte, Maia se planta con la mejor racha de la categoría, algo que le ha hecho imponerse a los mejores y ser el contendiente número 1 al título.
El brasileño sabe que está ante su última oportunidad de reinar, ya lo intentó en 2010 sin suerte, pero era otra tesitura. Maia decidió bajar al wélter en 2012, donde se siente más cómodo: 10 victorias y sólo 2 derrotas, pero lo más importante es que rivales de entidad como Gunnar Nelson, Carlos Condit o Jorge Masvidal han sucumbido a su estilo. Maia demuestra un gran poderío en el suelo, donde buscará llevar la pelea. Por su parte, Woodley se defiende mejor en todas las facetas, por lo que debe evitar la pelea en el suelo. En su primera defensa hizo nulo, aunque venció a Stephen Thomspon, por lo que no se planta en el combate como el gran campeón que fanfarronea. La igualdad es latente. Woodley quiere abrir las puertas de un gran cartel… Maia seguir callando bocas.