La embajada de Hungría felicita a Ona y anima al waterpolo
La solista española acudió a la recepción oficial en la casa de Ángel San Briz, diplomático español que salvó a 5.200 judíos en la II Guerra Mundial.
Sonriente y liberada, Ona Carbonell acudió a la embajada española en Hungría, situada en el corazón de Budapest, donde había un recibimiento oficial por parte del embajador José Ángel López Jorrín a una comitiva de la delegación española en Budapest. Ya sin competición, y con las dos medallas conseguidas en la rutina de solo, estuvo acompañada por los chicos de saltos y por el equipo masculino de waterpolo, que este viernes se jugará la clasificación a la siguiente fase a las 9:30 ante Sudáfrica.
"En parte vosotros sóis también embajadores. España es también deporte", dijo el presidente de la RFEN, Fernando Carpena. El embajador, acompañado por otras autoridades de la ciudad y del deporte español, felicitó a Carbonell y animó a los chicos del waterpolo a seguir sus pasos, antes de explicar la emblemática casa en la que se aloja la embajada.
"Esta es la casa de Ángel Sanz Briz, un diplomático español que salvó a 5.200 judíos en la II Guerra Mundial. Los alojó en sótanos, cubiertas... Buscar en Google y veréis la importancia que tuvo", bromeó el embajador. En efecto, Briz fue de las personas que más vidas salvó en el holocausto.
Los presentes comentaron algunas anécdotas ya de este Mundial, aunque todos coincidieron en destacar la pasión que sienten los húngaros por los deportes de agua, aunque en disciplinas como la sincronizada no hayan extendido como en waterpolo o natación.