CURSOS EN EL ESCORIAL | JOSÉ IGNACIO HIDALGO
“No hay que avergonzarse por tener una pasión”
Los cursos ‘Deporte, Cultura y Sociedad’ se han colado este año dentro de los prestigiosos Cursos de verano del Escorial. Su director, asesor de deportes en la Universidad Complutense de Madrid, nos habla de los beneficios del deporte, de sus prejuicios... El año que viene repiten.
Para quien no haya asistido, convenza al lector de que el deporte tiene tanta sustancia como para entrar en el programa de los prestigiosos cursos del Escorial....
Fíjese si tiene sustancia que hemos tenido que dejar fuera temas sin tratar. Se han tratado temas tan importantes como la relación entre el deporte y la salud. ¿A quién no le importa su salud? Ahora mismo hay mucha gente que hace deporte, está muy de moda, pero muchas veces la gente está corriendo riesgos. Hemos tratado la importancia de los análisis de datos, todos los nuevos métodos científicos aplicados al deporte. El deporte está en auge, hay muchos deportes emergentes que tratan de sacar la cabeza más allá del fútbol. También hemos tratado fútbol, por supuesto.
Los cursos han durado cinco días, ¿están abiertos a todo el mundo?
Sí. Sólo hay que hacer una matrícula con precios muy asequibles.
¿Por qué si hay un ministerio de Educación, Cultura y Deporte al ciudadano luego le cuesta relacionar a los tres?
Creo que es un problema de base, de educación. La gente tiene que entender que hacer deporte es como formarse en otros aspectos. Ser deportista te da unos valores que son necesarios para que la sociedad vaya bien. Por ello creo que esa percepción es un problema de educación que cada día se está corrigiendo más.
Si el deporte tiene más seguidores que la política, y por tanto más conocedores de la materia, ¿por qué está peor vista una conversación deportiva que una política?
Puede que exista una cierta carencia en asociar la cultura con el deporte. Parece que de deporte sólo se pueden hablar frivolidades, pero cuando se dan opiniones profesionales y científicas no tiene por qué estar mal visto. Y desde el punto de vista del aficionado no hay por qué avergonzarse de tener una pasión que te libere de tensión en el trabajo. Puede ser también porque es tanto el volumen de información que se da, que a veces se banaliza.
Estos cursos han tenido la capacidad de aglutimar a intelectuales, periodistas de prestigio (entre ellos Alfredo Relaño, director de AS), deportistas, ejecutivos... ¿Qué les preguntaba la gente?
Lo que más interesó a los asistentes fue la banalización de los contenidos deportivos. Ha habido un poco de polémica respecto a esas televisiones que hacen tertulias un poco dirigidas, un poco guiadas más al espectáculo que a la propia información. Eso ha preocupado bastante y ha tenido repercusión. Y luego, a la gente le ha interesado mucho la visión que todos los ponentes dieron resaltando mucho los valores del deporte.
¿Cree que existe cierta sobreexcitación en las formas que a veces se utilizan en los medios?
Sí, pero no sólo con el deporte, también con la política… Ahora vemos cómo cualquier tertulia, ya sea política, cultural o deportiva tiende más al espectáculo.
El fútbol aglutina la mayoría de las miradas del deporte, hasta el punto de que hay quien piensa que el fútbol criminaliza a los demás deportes…
Es más, creo que el fútbol sale penalizado de esa visión, porque el futbolista es un deportista que tiene esos valores del deporte pero como siempre se ve una imagen más frívola, más comercial… Me quedo con una frase de la intervención de Relaño, que resaltaba que el fútbol ha sido un elemento de cohesión en Europa, con la creación de la Copa de Europa. El fútbol sale penalizado de esa banalización, pero sí es cierto que el tiempo que se le dedica al fútbol no se le dedica a otros deportes.
¿La sociedad ha roto ya con la coletilla de que el deportista no es amigo de la cultura?
La visión que se ha dado en estos cursos es que el deportista es una persona tremendamente preparada. A mí me dejó impresionado Carlota Castrejana, sus conocimientos y su forma de hablar, así como los entrenadores que estuvieron. La conclusión que he sacado es que hay mucha profesionalización que no se ve.
¿Qué tiene que suceder durante los cursos para que, al finalizar, el director esté orgulloso?
Todos los que han acudido nos han dado las gracias y al acabar nos han pedido que hagamos otros cursos nuevos. No se puede pedir más.
Entonces, ¿nos vemos el año que viene en El Escorial?
El próximo año queremos tener presencialmente a más deportistas actuales, y ofrecer algo más de la relación de la informática con el deporte, pues casi todos los equipos deportivos están trabajando con el análisis de datos.