David Howman: "La Operación Puerto necesita ser cerrada"
Después de 13 años al frente de la AMA, David Howman dejó su cargo en junio de 2016. El abogado neozelandés es una figura clave contra el dopaje. Y habló con AS.
-¿En qué punto se encuentra la Operación Puerto? ¿Por qué tarda tanto la Agencia Mundial Antidopaje en pronunciarse después de los test de las bolsas de sangre?
-No se trata de un proceso fácil. La Operación Puerto ha generado mucha frustración a la AMA y a los atletas limpios. Lamentablemente, seguimos sin un desenlace esclarecedor sobre el 100% de su alcance, y también continuamos en un debate con los abogados por la lista de los involucrados.
-¿A qué se debe ese debate?
-Muchísima gente en todo el mundo desea conocer el nombre de los implicados. Sin embargo, existen unos problemas legales con los que lidiar. Ahora es demasiado tarde, ya que el delito ha prescrito, no hay posibilidad de castigo y se requiere estudio y cautela.
-¿Se sabrán los nombres?
-Veremos cómo se resuelve. La Operación Puerto necesita quedar cerrada, conocer lo que había y a los que había ahí dentro para evitar que suceda en el futuro. Resulta evidente que esta saga de más de una década no va a disfrutar de un final ideal, pero no está en mis manos. Respeto las decisiones de los jueces, de la AMA y de las partes envueltas, aunque sean complicadas de acatar.
-¿Se refiere a la tardanza de los tribunales españoles? El fallo definitivo se produjo casi justo cuando prescribió el nuevo margen de diez años para sancionar.
-Esa resolución del juzgado, en mi jurisdicción, no se habría retrasado tantísimo. Alguien en España tendría que haberse encargado de que no ocurriera. No obstante, yo no soy quién para criticar la legislación y a los tribunales españoles.
-¿Es España un paraíso del dopaje?
-No, no más que otros países. Hay corrupción en cualquier estamento y en cualquier nación. Aquí se trabaja duro y las instituciones han mejorado respecto a las graves situaciones de los noventa y de principios de siglo.
-Pero la Agencia Antidopaje y el Laboratorio de Madrid están suspendidos actualmente por no cumplir con el Código de la AMA.
-Así es, aunque, como anunció su director (Enrique Gómez Bastida), se solventará en breve. No es lo mismo el incumplimiento de España que el dopaje de Estado de Rusia. Lo considero un impedimento desproporcionado respecto a un cambio de reglas y a una inestabilidad política, porque la Agencia española sí hizo las cosas correctamente.
-¿Son realmente independientes las Federaciones, Comités Olímpicos, Agencias Nacionales y la AMA? ¿No hay un conflicto de intereses?
-¿Y qué es la independencia? No puedo negar que existe conexión directa con los deportistas y, sobre todo, con la inversión del dinero público procedente de los Gobiernos. Por eso creo en que las personas que trabajan en estos organismos deben ser lo más independientes y honestas, para realizar bien sus labores al margen de presiones, como en cualquier ámbito, como por ejemplo el periodismo. Los medios juegan un papel fundamental para concienciar, criticar y denunciar.
-¿Una pena a perpetuidad o una segunda oportunidad?
-Antes sí estaría de acuerdo con una sanción de por vida, pero luego te topas con los abogados de derechos humanos y los pleitos. Por eso ampliamos el castigo a cuatro años, un ciclo olímpico, una cantidad de tiempo parado muy respetable, para la primera infracción. Y para la segunda violación, suspensión de por vida.
-¿Más controles o de calidad?
-Tenemos que ir del cuánto al cómo, cuándo y por qué, a la calidad de los análisis. No realizarlos por completar una cuota, sino con inteligencia. A nivel de las Agencias Nacionales hay que invertir bien el dinero público. El criterio debe ser la sagacidad. Un deportista, si es listo, puede pagar farmacéuticos, abogados y científicos para que no le detecten. A los tontos se les pilla. Por test de sangre y orina, desgraciadamente, sólo se caza a un porcentaje muy pequeño de los tramposos.
-¿Se puede confiar en el programa de exenciones de uso terapéutico?
-Pienso que sí. Los atletas pasan por un estricto proceso médico, pese a que quizá se hayan usado para engañar al sistema en algunos casos.
-Esta semana, la AMA ha reclamado más controles para el fútbol o deportes como los de Estados Unidos.
-Si se ha dicho, será por algo. Siempre me parece una buena idea estrechar el cerco sobre disciplinas con una menor vigilancia.
-¿Facilitaría las cosas que la AMA juzgara y castigara de manera única y uniforme?
-Ojalá la AMA gozara de la potestad para imponer las sanciones. Muchos especialistas así lo sugieren. La presente normativa se convierte a veces en una pesadilla de anarquía. Sin embargo, no resulta sencillo establecer una jurisdicción común y afrontaríamos bastantes problemas legales. Aparte de que una industria como la del deporte, de 800.000 millones de dólares al año, ha de proteger su integridad con más dinero. El presupuesto de 30 millones de la AMA lo cobran algunos deportistas.
-AMA y COI iban de la mano hasta el escándalo de dopaje en Rusia y la no exclusión del equipo ruso de los Juegos de Río. ¿Cómo ve la relación?
-Aunque quedó dañada por la falta de entendimiento, eso se cura con dedicación, trabajo y esfuerzos comunes. El COI es un socio vital para la AMA, como los organismos de cada país.
-¿De qué forma se supera un obstáculo tan grave como el dopaje de Estado ruso?
-Con una férrea observación por parte de los comités encargados de la AMA. Se deben dar muchos pasos en la dirección adecuada, así como los estándares de los laboratorios. Aunque no dispongo de toda la información, me consta que se busca corregir el rumbo. Era intolerable corromper así las competiciones.
-Para terminar: ¿considera posible erradicar el dopaje?
-No. Me entristece responder con semejante rotundidad, pero no. Va en la condición humana hacer trampas. Algo similar ocurre con las drogas sociales. De tanto que abarca el mercado negro, no se puede acabar con él. Simplemente hay que intentar limitarlo al máximo, ponerle todas las barreras que se encuentren a nuestro alcance.
-Entonces, ¿qué se supone que hay que hacer?
-Invertir más, educar más, denunciar más y obtener mejores resultados contra esta lacra.