Álvarez Aznar ve opciones de ir a la final de la Copa del Mundo
El jinete del Club de Campo ganó la prueba de Zúrich el domingo, y afrontará el próximo sábado una nueva cita del circuito en Burdeos (Francia)
Eduardo Álvarez Aznar, ganador este fin de semana de la Copa del Mundo de saltos de Zúrich (Suiza), afrontará el próximo sábado "con mucha ilusión" una nueva prueba del circuito en Burdeos (Francia), donde si suma una buena cantidad de puntos podrá "pensar en entrar en la final" de la Copa, dentro de dos meses en Estados Unidos.
"Hasta ahora no había puntuado en el ránking al no haber tenido acceso a los desempates. Con este resultado de Zúrich, si cojo más puntos en Burdeos puedo pensar en entrar en la final", indicó el jinete de Club de Campo Villa de Madrid.
Álvarez Aznar se impuso en Suiza con Rokfeller De Pleville Bois Margot tras acceder a una ronda de desempate contra el reloj entre nueve participantes. Fue su mejor resultado en la Copa.
"Es un caballo con toda la experiencia, que ha saltado mucho en picadero cubierto y se le da bastante bien. Nunca puedes saber qué va a pasar porque los caballos son animales, no máquinas. En Zúrich el primer día estuvo muy mal, pero es bueno y luego todo salió como yo esperaba", apuntó.
Dieciocho jinetes de la zona de Europa occidental pasarán a la final de la Copa del Mundo Longines FEI, en Omaha (Nebraska, EE.UU.), del 29 de marzo al 2 de abril.
Alvarez Aznar tiene ahora 20 puntos en la clasificación "y normalmente se pasa a la final con más de 37". Calcula, por ello, que necesitaría estar entre los cinco primeros en Burdeos para llegar a Gotemburgo, última prueba de la serie europea el 26 de febrero, con opciones de clasificarse.
Las pruebas europeas de la Copa del Mundo se disputan bajo techo, habitualmente en pabellones de exposiciones. En Burdeos le espera "una de las pistas más grandes, con una zona de ensayo muy cómoda, un sitio con mucha tradición en el que los caballos suelen saltar muy bien".
"Si no lo consigo en Burdeos", señaló, "no iría a Gotemburgo y me dedicaría a otros concursos", empezando por la Ruta del Sol, circuito de seis semanas que se desarrolla en el sur de España durante los meses de febrero y marzo.
Rokfeller, de doce años, es el mismo caballo con el que Eduardo Álvarez compitió en los Juegos Olímpicos de Río, donde fue eliminado en la segunda ronda, un resultado que el jinete no esperaba. "Algo pasó en Río para lo que aún no he encontrado explicación. Es un caballo muy seguro, pero por algo se asustó y no fue el que era. Lo que hizo allí no lo había hecho nunca y nunca lo ha vuelto a hacer. Ahora vuelve a ser el que era", aseguró el jinete.
Como todo los deportistas, los caballos "tienen altibajos". La diferencia es que "es muy difícil saber" cuándo llegan sus altos y cuándo sus bajos. "La competición es muy larga, prácticamente enlazamos un fin de semana con otro. Tienes que regularte tú solo, hacerte un calendario con las competiciones que más te pueden convenir", dijo.
Eduardo Álvarez es hijo de Luis Álvarez Cervera, que participó en seis Juegos Olímpicos: 1972, 1976, 1984, 1988, 1992 y 1996. Se entrena con él y se beneficia de su consejo "día a día" cuando ambos coinciden en Madrid.
"También va a muchas competiciones. A Zúrich no pudo ir, pero estuvimos entrenando juntos hasta que salieron las caballos hacia Suiza", comentó Eduardo. Su padre presenció su debut olímpico en Río, Juegos a los que acudió en su condición de entrenador del equipo de concurso completo de Nueva Zelanda.
"Los Juegos son el concurso más importante, la meta principal. Aunque el resultado no fue el esperado, la experiencia fue buenísima. Me quedo con todo el proceso de clasificación, que fue muy bonito, y con la convivencia en la Villa Olímpica, que es lo que hace a los Juegos tan diferentes", destacó Álvarez Aznar.