Javi Fernández: "Espero que se recuerde que gané 5 Europeos"

-Igualó la gesta de Nepela entre 1969 y 1973, cuando ganó cinco oros europeos seguidos. Ha entrado en la leyenda del patinaje continental...

-Es especial poner el nombre en la lista histórica del patinaje europeo e internacional. El día que deje de competir, espero que igual que ahora recordamos a Nepela, alguien se acuerde también de mí. Es un orgullo y ojalá no sea el último Europeo que gane. Intentaré que siga creciendo ese palmarés, al menos hasta 2018.

-Ha cambiado mucho desde su primer Europeo, cuando tenía que ser todo perfecto, a ahora que se puede permitir algún fallito...

-En cinco años he aprendido muchísimas cosas y la experiencia es mucho mayor. He evolucionado como deportista una barbaridad. En realidad me he desplazado del nivel europeo y estoy a un nivel más alto que los chicos del continente. El Mundial ya será otra historia muy diferente, con los asiáticos, americanos...

-Por cierto, por fin le ha salido ‘La Malagueña’ perfecta (su programa corto), con récord europeo incluido.

-Sí. Ya era hora. Lo hacía todas las semanas en los entrenamientos y me salía perfecto, pero luego en la competición fallaba... Llevaba tiempo esperando esto. Ya se ha visto que puedo rendir con él y saberlo es muy importante para mí a nivel mental en la gran competición.

-¿En qué momento de su carrera deportiva se encuentra Javier Fernández?

-Con 25 años, estoy en una época feliz, muy bonita, en la que los resultados están acompañando. Pero los patinadores con los que estoy luchando son mucho más jóvenes que yo. Quitando a Patrick Chan, todos tienen 20 o menos. Es un momento nuevo y ahí estamos.

-Hay fervor por el salto cuádruple. Patinadores como el estadounidense Nathan Chen llevan hasta cinco en su largo (Javi hace tres, que es mucho).

-No me quiero meter en esa fiebre. Al tener más cuádruples en el programa pierdes mucho patinaje, coreografías y transiciones entre elementos. Y creo que hasta los Juegos se puede aguantar bastante bien con el programa que llevo. Mi estrategia es diferente, pasa por hacer los programas perfectos.

Ampliar

-Ahora, unos días en Madrid y luego a Toronto para machacar para el Mundial de Helsinki (29 de marzo al 2 de abril)...

-Sí, me pondré hielo y tomaré ibuprofeno para reponerme del golpe que me di en el fémur en el programa largo. Disfrutaré mis Navidades particulares, que en las reales no pude, y el fin de semana iré a Toronto para entrenarme a tope, con sesiones de buena calidad, para conseguir la confianza y la seguridad necesaria de cara a una cita así. Me gusta ir al Europeo al 60% y al Mundial al 100%. Allí no podré cometer errores.

-¿Siente que se le exige, que sólo vale el oro ya en los Mundiales (ganó en 2015 y 2016)?

-Sí, se nota. Pero yo lo tengo claro en mi mente. Cada competición y cada temporada son diferentes. Un Mundial te lo juegas en poco tiempo. Si vas bien preparado, tienes un porcentaje muy alto de hacer un buen papel, pero el patinaje no es una lucha cara a cara. Dependes mucho de tus rivales y de la decisión de los jueces.

-¿Y el oponente más peligroso sigue siendo su compañero de entrenamientos Hanyu?

-Por currículum y por su nivel actual es el máximo rival. También están Patrick Chan y esos jóvenes que le digo como Chen, el de los cuádruples, el nipón Uno. Hay mucho potencial, pero trataré de defender mi título.

-Ha dejado caer la posibilidad de una retirada tras los Juegos de PyeongChang en 2018.

-Depende de la forma física y las ganas que tenga. Pero la gente que conoce muy bien este deporte sabe lo que hay, que muy pocos patinadores han aguantado más allá de los 26 o 27 años. El cuerpo se pone más lento, pesa más. La cuestión es si dejarlo en lo más alto o aguantar. Llevo ya 11 Europeos y Mundiales disputados. Ahora me conservo, pero los detalles te hacen fallar.

-Porque el 2018 lo va a preparar con más mimo que nunca por los Juegos...

-Son el objetivo desde hace mucho tiempo. Me sentaré con Brian Orser a crear programas y estrategias. Sé que es posible conseguir esa medalla en unos Juegos e intentaré que sea lo más arriba posible.