Sara Hurtado: "Hablo con Kirill en el idioma del patinaje"
La madrileña se trasladó a la capital rusa para competir junto a su nueva pareja de danza. Los resultados ya acompañan. Estará en los Europeos.
Sara Hurtado ha dado un giro radical a su carrera como patinadora sobre hielo de danza en pareja. Se ha ido a vivir a Moscú, para formar dúo con Kirill Khalyavin, un ruso que ahora representará a España y con el aval de haber sido campeón mundial júnior. “Este proyecto me ilusiona muchísimo, de no ser así no me habría movido de mi casita, los dos sabemos donde queremos llegar y lo tenemos claro”, dice Hurtado, que muy pronto han visto los resultados. Campeones de España, segundos en la Torun Cup y con mínimas europeas y mundialistas ya hechas.
Llevan apenas cuatro meses, pero ya han pasado “la fase de sincronización”. “Al principio teníamos que cuadrar ritmos y técnicas, pero a medida que va pasando el tiempo vamos mejorando y ya intentamos cosas más atrevidas”, relata Sara, que de la escuela canadiense de Montreal, pasa a la disciplina de Sasha Zulin, el director de orquesta de un gran equipo con especialista en ballet, en patinaje, un entrenador de elevaciones... “Es como si empezara a patinar de nuevo. ¿Si es estricto? A este nivel de competición hay que serlo aquí, en Canadá y en cualquier sitio”, relata Sara, que tiene como objetivo el top-10 europeo la semana que viene en Ostrava y el top-16 en los Mundiales.
Sara y Kirill danzan en su programa corto al ritmo de Sweet Dreams y Douce Lumiere de Terez Montcalm y en el largo al de Two Men in Love, de la banda The Irrepresibles “una música variada, muy abierta, no cerrada a un estilo”: “Eso es lo que queremos transmitir ahora mismo en el hielo y hacer programas que nos ayuden a definirnos”.
Kirill habla ruso, Sara en español, y se comunican en inglés: “Sobre todo hablamos el idioma del patinaje sobre hielo, esos movimientos en los que te entiendes cuando estás en acción”. De Khalyavin dice que es “un cacho de pan”: “Siempre me ayuda en todo, y en competición es muy seguro. Tiene mucha experiencia y me transmite ese espíritu”.
Sara quiere romper el estereotipo de Moscú y revela que “es una ciudad llena de vida”. “Existe un prejuicio de que aquí son fríos con los de fuera, en mi caso ha sido todo lo contrario. Además, les encanta España. Yo ya sé lo básico de ruso. Me llaman Sarichka”.