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Jacksonville Jaguars

Los Jacksonville Jaguars contratarán a Doug Marrone

El equipo de Florida es el primero en cubrir su puesto de entrenador jefe esta temporada. El fichaje está lejos de generar ilusión en la parroquia.

INDIANAPOLIS, IN - JANUARY 01: Doug Marrone the interim head coach of the Jacksonville Jaguars gives instructions to his teaml during the game against the Indianapolis Colts at Lucas Oil Stadium on January 1, 2017 in Indianapolis, Indiana.   Andy Lyons/Getty Images/AFP
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ANDY LYONSAFP

Al fin uno de los seis equipos con el puesto de entrenador principal vacante ha movido ficha. Se trata de los Jacksonville Jaguars que, todo parece indicar, contratarán a Doug Marrone para el puesto. Así lo ha informado Adam Schefter, de la ESPN.

El fichaje de Marrone es sorprendente.

Antes de nada, hay que decir que genera muy poca ilusión. Es normal si tenemos en cuenta dos factores asesinos para aquello de tener glamour, nombre o sensación de que vienen emociones de las buenas: ya estaba en el staff técnico en los últimos dos años de zozobra en los Jaguars y su anterior puesto de entrenador principal fue con los Buffalo Bills en el 2013 y el 2014. No, no es como para tirar confeti, sacar el whiskey, cheli, para el personal y hacer un guateque.

Sin embargo, ha debido dejar muy convencido a su general manager, David Caldwell, en las entrevistas de la pasada semana pues batió a gente como Tom Coughlin y Mike Smith, con bastante más pedigrí que él en la NFL y que parecían tener más fuerza.

No fue un mal entrenador en Buffalo, ni mucho menos. La ola de críticas y mal rollo que lleva asociadas desde entonces tiene mucho más que ver con su marcha, entendida como una huída y una traición, que con su trabajo en el campo. De hecho, dejó formada una gran defensa que Rex Ryan no sólo no ha sido capaz de mejorar sino que empeoró.

En su anterior parada, en la universidad de Syracuse, seganó fama de formidable coah al llevarles a jugar dos Bowls en cuatro años, algo nada habitual por esos pagos.

El problema es que con su fichaje lo que hacen los Jaguars es indicar un sentido de continuidad que no cuadra nada ni con los resultados ni con las sensaciones de los últimos tiempos. Se encargaba de la línea ofensiva y esa unidad no está exenta de la catástrofe que han sido en ataque bajo Gus Bradley.

Además, da la sensación de que el tempo del despido de Bradley y el fichaje de Marrone no tiene mucho sentido. Si tenían la impresión de que el segundo podía ser su entrenador jefe, y teniendo en cuenta que la temporada 2016 la tenían perdida casi en octubre ¿por qué no despidieron antes al primero y le dieron la opción de demostrar si podía enderezar este, por otro lado, talentoso grupo ya mismo? O, al menos, tener más muestras de su desempeño.

Sea como fuere, ahora ya da igual. Lo que le queda por delante a Doug Marrone es, principalmente, evaluar si Blake Bortles tiene madera de quarterback franquicia, organizar ese ataque para que jueguen con criterio, algo que no han hecho desde hace demasiado tiempo, y poner los andamios a una defensa que tiene jugadores de categoría para rendir a la voz de ya.

Los fans de los Jaguars hoy se tiran de los pelos. El 15-17 en los Bills, el 1-1 en Jacksonville, de Marrone no muestran grandeza. La manía que se le tiene en Buffalo no augura un idilio en el horizonte. Pero no estaría tan seguro de que este hombre no puede ser un buen entrenador en la NFL. Veremos, porque le ha caído una oportunidad pintiparada.

Para redondear la jornada, y su plan de futuro, los Jaguars también han cerrado la contratación de Tom Coughlin. No como entrenador sino como vicepresidente de operaciones footballísticas. Una mano derecha del general manager, Caldwell, cuyo contrato ha sido ampliado dos años más para que sean tres temporada en total, justo las mismas que tienen Marrone y Coughlin. Es así como queda firmemente asentado el trío de hombres encargados de reflotar a esta franquicia.

Coughlin es un histórico de los Jaguars. El también ex entrenador de los New York Giants, con los que ganó dos anillos, fue el coah jefe en Jacksonville entre 1995 y el 2002.

Si se confirma el fichaje, quedarán cinco puestos de entrenador jefe por cubrir en la NFL: Denver Broncos, San Francisco 49ers, Buffalo Bills, ¿San Diego? Chargers y Los Angeles Rams.