Le Clos arrasa y Ortiz-Cañavate pasa a la final de los 50 espalda
El sudafricano revalidó su título en los 100 mariposa con un nuevo récord del mundo. Mientras, Katinka Hosszu fue oro en los 200 espalda y última en el 800.
El sudafricano Chad Le Clos robó el protagonismo en la tercera jornada de los Mundiales de piscina corta de Windsor (Canadá) a la húngara Katinka Hosszu, que suma ya cinco medallas, tras establecer un nuevo récord del mundo en los 100 mariposa con unos espectaculares 48.08 segundos.
Y es que la magiar, que hasta ahora contaba por medallas todas sus apariciones en las finales, comenzó a dar las primeras muestras de cansancio tras verse relegada a la octava y última posición en los 800 libre.
Una final que la húngara afrontó apenas unos minutos después participar en las semifinales de los 100 estilos, en una jornada que Hosszu arrancó con una nueva medalla de oro, la cuarta en estos campeonatos, tras imponerse en la final de los 200 espalda con un tiempo de 2:00.79.
Marca "discreta" para las posibilidades de la magiar, plusmarquista mundial de la distancia, pero suficiente para aventajar en casi un segundo y medio a la ucraniana Daryna Zevina, una de las pocas nadadoras que han sido capaces de derrotar a la "dama de hierro" este curso en piscina corta.
Una nómina a la que se unió la estadounidense Leah Smith, que no desaprovechó el desfallecimiento de la húngara, para alzase, con un tiempo de 8:10.17, con el triunfo en los 800 libre por delante de su compatriota Ashley Twichell, plata, y la australiana Kiah Melverton, bronce.
Igualmente sorprendente fue el triunfo de la australiana Brittany Elmslie, que se colgó el oro en la final de los 100 libre con un tiempo de 51.81 segundos, gracias a un espectacular último largo.
Veinticinco metros finales en los que la nadadora oceánica superó a la vigente campeona mundial, la holandesa Ranomi Kromowidjojo, que con una marca de 51.92 tuvo que conformarse con la plata, y a la campeona olímpica en Río, la canadiense Penny Oleksiak, bronce con un registro de 52.01 segundos.
Sorpresa a la que no dio pie en los 100 mariposa masculinos el sudafricano Chad Le Clos, que se coronó campeón de la distancia por tercera vez consecutiva, tras establecer un nuevo récord del mundo con un tiempo de 48.08.
Un espectacular registro que permitió al sudafricano, que el martes ya se alzó con el oro en Windsor en los 200 mariposa, rebajar en 36 centésimas la anterior plusmarca universal que él mismo poseía con un tiempo de 48.44 desde diciembre de 2014.
Tremendo "mordisco" que permitió a Le Clos aventajar en 96 centésimas al estadounidense Tom Shields, que una vez más tuvo que conformarse con la medalla de plata, y en 1.23 segundos al australiano David Morgan, bronce con un tiempo de 49.31.
El alemán Marco Koch no necesitó, por contra, acercarse a su propio récord del mundo para imponerse con absoluta comodidad -2.01:21- en una final de los 200 braza, en la que el germano derrotó por un segundo y medio al británico Andrew Willis.
Por su parte, Brasil otorgó a la natación sudamericana su primera medalla en los Mundiales de Windsor al colgarse este jueves la medalla de plata en la final de relevos mixto 4x50 estilos, tras ser superado en la última posta por el cuarteto de estadounidense.
Brasil, que llegó a los dos últimos largos de la prueba en primera posición, no pudo defender su liderato en una última posta de nado libre en la que la brasileña Larissa Oliveira fue superada con claridad por el estadounidense Michael Chadwick.
Ortiz-Cañavate, a la final de los 50 metros espalda
El nadador español Miguel Ortiz-Cañavate se clasificó este jueves para la primera final mundialista al meterse entre los ocho mejores de los 50 metros espalda de los Campeonatos del Mundo de Piscina Corta, que se están disputando en Windsor (Canadá).
El madrileño ya había dejado claras sus intenciones de poder estar en la final de la distancia en las series donde había conseguido el cuarto mejor tiempo con 23 segundos y 47 centésimas, que le daba licencia para soñar con estar en la pelea por un podio que se presenta caro.
Horas después, en las semifinales, Ortiz-Cañavate mejoró su registro y con un crono de 23.33, el segundo de su serie, se clasificó con bastante holgura para la final. El nadador español logró el quinto mejor tiempo de los finalistas, superado por el japonés Junya Koga (22.81), el bielorruso Pavel Sankovich (23.07), el francés Jeremy Stravius (23.16) y el australiano Bobby Hurley (23.20), lo que presume una reñida lucha por los metales en la que espera estar el madrileño.