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balonmano

Las Guerreras se quedan sin munición en el Europeo

23-25. Segunda derrota en un pésimo partido ante Serbia, con lesión de Marta Mangué, y su futuro en el Campeonato depende de ganar a Eslovenia

Actualizado a
Macarena Aguilar intenta penetrar entre la defensa serbia.
ANDERS WIKLUNDAFP

Pues sí, las Guerreras aún podían jugar peor que en el debut, porque ante Serbia es posiblemente uno de esos partidos negros que no se recuerdan en la historia reciente del balonmano femenino español. Un partido mediocre en todos los aspectos, que sólo se mejoró a la desesperada, cuando Alexandrina Cabral en avanzado comenzó a recuperar balones; la lástima es que el equipo estaba tan desmoralizado que fallaba lo imposible: ver algunos errores de Carmen Martín o Nerea Pena es como para frotarse los ojos, porque ambas son, han sido, y serán, seguros de vida. Pero este martes no.

La defensa española, discreta; pero el ataque, pésimo. Así fue la primera parte, en la que la portera serbia, Marija Colic, desequilibró el encuentro. Y en esa tesitura, con un equipo despistado, se lesionó Marta Mangué (ya no volvió a jugar), y antes Nerea Pena había pedido el cambio por un mal golpe en el brazo. 8-11 al descanso, con 9 perdidas por 8 de Serbia; casi iguales.

En la segunda parte, cuando tenía que llegar la reacción de España, lo que apareció fue el abatimiento, con Nerea Pena al banquillo por una posible lesión de tobillo, aunque la brava navarra volvió a la pista para jugar con Macarena Aguilar volviendo otra vez a su tándem de años. Pero en esa situación España se vino abajo. Un desorden generalizado, el caos, y aunque hubo contragolpes, no eran los de siempre, eran a trompicones, con inseguridad.

Y seguían llegando los goles de Serbia, que lanzaba sin problemas ante el hundimiento en seis metros de la defensa española. 10-19, un marcador doloroso para las Guerreras, para las subcampeonas de Europa. Fue el momento de buscar la épica, no para ganar el partido, sino para recuperar el orgullo.

Y sin acierto, pero con deseo, España fue a cuentagotas remontando, limpiando lo que sería un baldón para su historial. En otras condiciones seguramente hubiese remontando, porque los fallos de Carmen Martìn (una rosca que nunca echa fuera), de Nerea Pena (incluso un siete metros con 19-23, que no se sabe por qué lanzó ella), de Macarena Aguilar delante de Colic, las tres en el mismo partido, y casi de manera sucesiva, posiblemente sea difícil de encontrar en las filmotecas de esta Selección. 23-25, un marcador discreto para lo que fue, pero doloroso, y mucho porque tiene pinta de ser el final adelantado de un grupo espectacular que aún podría enderezar el futuro, pero que no pinta bien. Su futuro en este Campeonato pasa por derrotar a Eslovenia, y luego...casi es soñar.


La lesión de Marta Mangué.

El miércoles se le someterá a la canaria a una resonancia, aunque hoy la Federación Española emitía un primer comunicado: "La exploración del doctor César Flores apunta a esguince del ligamento lateral interno en rodilla de Marta Mangué. Mañana se someterá a una resonancia",