Lo mejor de la semana 3 de la NFL en una foto y una frase
Esta semana hemos visto cómo Patriots o Vikings se sobreponían a problemas insalvables buscando la victoria en cada jugada, en cada golpe y en cada segundo.
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Muchas veces, la diferencia entre dos equipos no está en grandes estrategias, ni en estrellas deslumbrantes haciendo jugadas mágicas. A veces la balanza se desequilibra a base de profesionalidad y entrega, de respeto hacia los compañeros y la afición, y de jugar cada snap como si fuera el último. Esta semana hemos visto cómo Patriots o Vikings se sobreponen a problemas insalvables buscando la victoria en cada jugada, en cada golpe, en cada segundo, y encontrando oportunidades donde solo había problemas. Y también hemos visto a muchos jugadores de los Giants, a Fitzpatrick, y a algunos otros, hacer justo lo contrario con un resultado nefasto.
New England Patriots 27 –Houston Texans 0
Después de cuatro días frotándonos los ojos incrédulos, me quedo con el detalle de ver a Brissett casi boqueando de emoción después de anotar un touchdown de carrera de 27 yardas, acercándose a la banda, abrazándose a Belichick con devoción, y regalándole el balón como si fuera un collar de diamantes. Pero lo más divertido fue ver cómo Belichick miraba la pelota mientras se reía y pensaba: “¿y para qué coño quiero yo esto?”
Buffalo Bills 33 – Arizona Cardinals 18
No sé que me pareció más espeluznante: el segundo partido siniestro de Carson Palmer en lo que va de temporada, un nuevo apagón de la defensa contra la carrera de Arizona, o que Tyrannosaurus Rex haya vuelto a rugir, dejando en evidencia a uno de los gallitos de la NFL. En serio, no lo sé, pero todo me da mucho miedo.
Carolina Panthers 10 – Minnesota Vikings 22
Tal vez haya llegado el momento de pensar que el motivo por el que a Cam Newton le parten la cara en cada partido no sea que los árbitros no le traten igual que al resto de los quarterbacks por su tamaño y movilidad, sino que su línea ofensiva es un mojón que podría competir con la de los Seahawks por ser la peor de la NFL.
Cincinnati Bengals 17 – Denver Broncos 29
Os prometo que si hace un mes alguien me hubiera dicho que los Broncos estarían 3-0 después de ganar a Carolina, Indianapolis y Cincinnati, no le habría creído; pero si además me hubieran contado que Siemian jugaría en la segunda mitad ante los Bengals como no se había visto en Denver desde tiempos de John Elway se me habría roto la caja de tanto reírme.
Green Bay Packers 34 – Detroit Lions 27
Aaron Rodgers tiene una capacidad mágica para cerrar una crisis institucional en dos cuartos, pero la secundaria de los Packers puede reabrirla sin inmutarse en los dos cuartos siguientes. O mejoran su defensa contra el pase, o van a conseguir lo imposible: que a estos Packers ni siquiera les sea suficiente con la magia de Rodgers.
Jacksonville Jaguars 17 – Baltimore Ravens 19
Nunca había visto a dos equipos tan empeñados en perder un partido como los Jaguars y los Ravens en el último cuarto. Pero lo que otra vez marcó la diferencia en la batalla de la incompetencia, fue que Gus Bradley sigue elevando la negligencia a la categoría de arte. ¡Khan, por favor, cómprale un piso en Londres!
Miami Dolphins 30 – Cleveland Browns 24
Dudo mucho que Cody Parker se atreviera a entrar en el vestuario de los Browns para cambiarse después del partido. Sin Griffin, McCown, Nassib, Joe Haden… tuvieron a Miami contra las cuerdas y él no solo falló el decisivo de 46 yardas en el último segundo, ya había fallado otros dos de 41 y 46 yardas. Todo el mundo dándole vueltas a una plantilla en mantillas y su auténtico problema va a terminar siendo el francotirador.
New York Giants 27 – Washington Redskins 29
Por si alguien está interesado en lo particular, Odell Bechkam ganó sin duda el duelo individual a Josh Norman. Pero por si alguien está interesado en lo general, Josh Norman ganó sin duda el duelo emocional a los New York Giants, que terminaron desquiciados, convertidos en banda poligonera, y hasta quemados por un punter que durante 31 yardas mágicas descubrió lo que siente Aaron Rodgers cada domingo.
Tennessee Titans 10 – Oakland Raiders 17
Es posible que no tuviera ninguna trascendencia en el resultado final del partido, pero que en la última jugada de la primera mitad, a falta de ocho segundos y con el balón en su propia yarda 33, Mariota lanzara una intercepción sin inmutarse, es señal de que o el staff técnico de los Titans estaba en ese momento a por uvas, o que no están trabajando como Dios manda en la formación de un quarterback que cada vez más, mezcla momentos geniales con decisiones ridículas… Aunque después de ver lo que hizo Cousins antes del descanso con sus Redskins, me lo creo todo.
Seattle Seahawks 37 – San Francisco 49ers 18
Aún no es oficial, pero estuvo en un ‘tris’ de serlo. Salvo intercesión conjunta de las Vírgenes de Lourdes, Fátima y Guadalupe, Wilson va a terminar la temporada con una (o dos) piernas escayoladas, uno (o dos) brazos en cabestrillo, uno (o más) dientes saltados, un ojo a la virulé y una demanda colectiva contra los cabrones que tiene delante y que se hacen llamar línea ofensiva.
Tampa Bay Buccaneers 32 – Los Angeles Rams 37
A los Bucs estuvo a punto de partirles un rayo, pero lo que de verdad les dejó chamuscados fueron los errores de Aguayo. El mexicano superó una crisis en pretemporada, pero sigue fallando patadas cortas y vuelve a ser un francotirador enfocado en la mirilla.
Indianapolis Colts 26 –San Diego Chargers 22
La NFL es un ser vivo que, independientemente de lo que puedan hacer los equipos sobre el emparrillado, consigue cambiar resultados de forma inesperada, hacer que gane el que juega peor y pierda el que mereció ganar, y mueve la suerte de forma caprichosa para que la emoción se mantenga en su punto de ebullición desde la semana 1 hasta la 17. Y esa es la única explicación que tengo para que los Colts ganaran su partido y los Chargers estén ya con un récord 1-2 pese a que merecerían seguir imbatidos.
Kansas City Chiefs 24 –New York Jets 3
De verdad, que no tenéis corazón. Lo que pasó de verdad es que Fitzpatrick quiso renegociar su contrato antes del partido, le dijeron que nones, y decidió, en una legítima medida de fuerza laboral, perfectamente documentada en el convenio de jugadores, lanzar seis intercepciones como seis soles, cinco de ellas en las últimas cinco series de los Jets en el partido, para hacer visible a la opinión pública su injusta situación contractual con la franquicia. ¡Y que nadie se queje, porque también podía haber dejado el tren parado en la primera estación que hubiera pillado, y haberse marchado a casa!... Aunque creo que si hubiera tomado esa decisión, Todd Bowles lo habría agradecido.
Philadelphia Eagles 34 – Pittsburgh Steelers 3
Qué queréis que os diga de un partido que nunca se debió celebrar por incomparecencia de uno de los contendientes… aunque ahora que lo pienso, también cabe la posibilidad de que, simplemente, los Eagles sacaran a los ‘Señores del Acero’ del estadio a boinazos sin piedad.
Dallas Cowboys 31 – Chicago Bears 17
Los Cowboys siguen su particular pretemporada, y esta vez aprovecharon para entrenarse con los insípidos y enfermitos Bears. Y lo mejor para los de Dallas es que lo que parecía un año a la desesperada con un Romo dando sus últimas bocanadas, se está convirtiendo en el embrión de un proyecto nuevo que puede dar réditos sorprendentes desde el primer día.
New Orleans Saints 32 – Atlanta Falcons 45
Os podría contar que los ataque de Atlanta y Nueva Orleans son explosivos, y que Matty Ice salió victorioso de un duelo de pistoleros con Drew Brees, pero las dos defensas son tan incompetentes que cualquier cosa buena hecha por ambos ataques pierde su valor. Devonta Freeman tiene que esquivar a más gente cuando sale a correr por el parque que cuando se enfrenta a los defensas de los Saints, que caen como bolos a su paso.