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WATERPOLO

Jennifer Pareja: "Estuve casi tres meses sin tirarme a una piscina"

Ya retirada, la waterpolista, de 32 años, empieza una nueva aventura en el CN Sabadell, esta vez en los despachos. Pero siempre muy cerca del deporte que ayudó a hacer grande.

Jennifer Pareja habló para AS tras anunciar su retirada como deportista profesional.
Rodolfo MolinaDIARIO AS

- ¿En qué momento le pasó por la cabeza la retirada?

- Cuando pasó todo pensé que no me quedaba tanto para la retirada, pues me quedaba Río y un año más. Ya me estaba planteando que esto se acababa. Pero la desilusión fue grande cuando me quedé sin Juegos. El presidente del CN Sabadell llevaba toda la temporada diciéndome que tenía algo para mí. Cuando pasó todo me hizo una oferta laboral. Al principio no me lo planteé, pero a los meses creo que debía ser más inteligente. No merecía la pena seguir un año más, ya lo había ganado todo.

- ¿De qué se trata esta oferta?

- En la Fundación del Sabadell. Trabajaré con el director general. Empiezo de cero, tocaré todos los palos y una oferta así me viene bien. Me gusta la comunicación y las relaciones públicas, que es lo que estoy estudiando, pero cuando me preguntaron que quería hacer, dije: ‘¿Jugar a waterpolo?’. Espero ir descubriendo poco a poco cuál es mi nueva vocación. Me ha sorprendido que me ilusionen los nuevos retos y aprender de todo. Me sigo formando, haré un curso de gestión deportiva.

- ¿Ha encontrado un vacío al dejar el deporte profesional?

- Me sentí respaldada. El Consejo Superior de Deportes también me está ayudando y es probable que haga cosas con ellos y con LaLiga.

- ¿Le quedó algo por hacer en su carrera?

- Me quedó una medalla de oro olímpica, pero poca gente la consigue. Nunca imaginé esto. Lo único que me fastidia era haber acabado así porque me perdí unos Juegos, aunque me siento afortunada de haber vivido todo lo que me ha tocado. En 2012 lo iba a dejar y finalmente seguí, y todo lo que pasó fue un premio. Pero el sabor del adiós es agridulce.

- ¿Se arrepiente de algo de lo que dijo después de la no convocatoria olímpica?

- No me arrepiento de nada de lo que dije. La noticia se va digiriendo porque todo pasa, pero no quita que dentro de mí hay algo que me duele mucho. Intento ser más objetiva con todo lo vivido.

- ¿Ha vuelto a hablar con Miki Oca?

- No.

- ¿Tiene previsto hacerlo en el futuro?

- No.

- ¿Vio los Juegos?

- Pensaba que no sería capaz de ver un partido, pero al final lo vi todo, tanto de waterpolo como de todos los deportes. No vi la inauguración, era sufrir demasiado, y me puse una serie. Al día siguiente me enganché al balonmano y pensé: ‘¿a quién quiero engañar?’ ¡Si llevo viéndolos desde los ocho años! Me sorprendió la serenidad con lo que lo afronté, aunque pasé momentos más duros viendo el waterpolo.

- ¿Cómo vivió la eliminación ante Rusia en los cuartos?

- Sufrí porque es más fácil ver el deporte desde la televisión. Ellas, como dijeron, no hicieron buen partido. Y te desesperas, ánimas y sufres mientras lo ves.

- ¿Hablaba con las compañeras?

- Con Mati y Laura. Me han ido explicando, aunque poco, por intentar no hacer mucho daño.

- Usted ha visto la evolución de este deporte. 16 años dan para mucho. ¿En qué ha cambiado?

- La causa del éxito fue la profesionalización. Recuerdo en el Mundial de Barcelona de 2003 que las jugadoras trabajaban y luego jugaban a waterpolo. Ahora es impensable. Se ha apostado por el waterpolo, y el masculino y el femenino se han igualado. El Sabadell es un ejemplo. En los últimos años ya hacíamos dobles sesiones y todas tuvimos más dedicación por este deporte.-

- ¿Se acuerda de su primer contrato?

- Eran 150 euros al mes. Fue en 2003 con el CN Sabadell. Tenía 19 años. ¡Cómo ha cambiado todo!

- ¿Se ve de entrenadora?

- Ahora mismo no, pero estoy sacándome los títulos y solo me queda el superior. Creo que lo echaré de menos. Sé que llegará diciembre y me faltará algo. No descarto ser entrenadora, y creo que en algún momento de mi vida lo haré.

- ¿Se ha vuelto a lanzar a una piscina desde que acabó la temporada?

- Me volví a tirar hace tres semanas. Nadé 1.600 metros y me fui. Había estado casi tres meses sin hacerlo.

- ¿Y qué hizo este verano?

- No paré en casa. Al principio fue complicado. Llevaba 16 años sin tener un mes de julio de vacaciones. Decidí desaparecer y me apunté a todos los planes de mis amigos y amigas. Lo que peor llevaba era estar en casa.

- ¿Qué mensajes de apoyo le hicieron más ilusión?

- Cuando pasó todo, me sorprendieron los mensajes de muchos deportistas. Me hizo ilusión. Los deportistas sabemos qué significan unos Juegos. Ellos sabían lo que estaba sintiendo.