Una leyenda que pone fin a 13 años en la Selección
Jennifer Pareja ganó una plata olímpica, un oro mundial y un oro y una plata europeas. Capitana y alma matter del mejor equipo español.


Jennifer Pareja nació en Olot (Girona) en 1984 y pronto entendió que el agua era su hábitat. Comenzó practicando natación en la piscina del pueblo y quedando campeona de Cataluña en pruebas de velocidad. Pero a aquella niña tímida que se transformaba en un torbellino repleto de carácter en el agua le aburría competir contra el cronómetro, tener que socializarse poco y estar siempre sola, acompañada únicamente de su entrenador. Así que decidió probar el waterpolo, y de allí ya no se movió en los siguientes 20 años repletos de éxitos.
En el 2000, con apenas 16 años, Pareja debutaba con la Selección Sub-20 y fue una de las artífices de las dos primeras medallas para el waterpolo femenino en nuestro país: dos bronces en el Europeo de 2002 y el Mundial de 2003. El trabajo del Centro de Tecnificación de Cataluña (y luego de Madrid) después de los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996, cuyo objetivo era tener una generación de oro también de chicas, comenzó a dar sus frutos.
Así que Pareja empezó a subir escalones a la velocidad de la luz. Con 19 años ya debutó en la absoluta, era la pequeña del grupo, la bisagra entre una generación bisoña y la esplendorosa que estaba por venir. La de Olot abrió el camino. Jennifer tenía un solo sueño, que era ganarse la vida con el waterpolo, deporte que le apasionaba, aunque también pasó malos momentos al no tener España el nivel esperado, incluso se planteó dejarlo en alguna ocasión. En 2008, la jugadora ganaba la primera medalla internacional a nivel absoluto: plata en el Europeo de Málaga. Un espejismo.
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Ese torneo fue el fin de la primera generación del waterpolo español. Laura Ester o Maica García, dos jovenzuelas, ya venían apretando fuerte y, tras la llegada de Miki Oca en 2011, se produjo ese relevo que dio los mayores éxitos al waterpolo español. Pareja, ya con 27 años, se erigió en la capitana y la mano derecha del técnico. Vivía por y para el grupo. Aquel joven equipo logró meterse en los Juegos de Londres por primera vez en la historia y, contra todo pronóstico, colgarse la plata. Un año después logró ser campeón del mundo en Barcelona y al siguiente verano obtuvo el mismo metal en el Europeo. No tenía freno el equipo, con Pareja de alma matter, ganando todos los sprints, goleando sin cesar. La catalana fue nombrada en 2013 mejor jugadora del mundo.
No dio el mismo nivel, como el equipo, en el Mundial de 2015 en Kazán, punto de inflexión en el que el técnico empezó a plantearse el futuro de la capitana, que finalmente no acudirá a Río. Esta decisión cierra la puerta de la Selección para Pareja, leyenda del waterpolo femenino, la primera líder de un equipo campeón que espera reinventarse en los Juegos y seguir en el podio. La de Olot ya no podrá disputar esos sprints que eran su seña de identidad.