Los Chiefs ganan un partido que los Chargers regalaron
El equipo de Kansas City se impone en la prórroga ante el de San Diego, que se vio con la victoria en su casillero y se olvidó de jugar al football.
Los San Diego Chargers han perdido su primer partido de la temporada por 27 a 33 contra los Kansas City Chiefs. Es norma establecida, y bien entendida, que toda crónica ha de comenzar por el equipo vencedor pero, con perdón, no ha lugar en este caso: los Chargers perdieron, tiraron, regalaron el encuentro y, como tal, por ahí empiezo.
Porque ha de resaltarse que, en cierto momento del partido, el equip de San Diego tuvo un field goal para ponerse 30-10 arriba y que llegaron a ir 21-3 al descanso. Y, por cierto, con total justicia.
De hecho, dio la sensación de que los papeles se cambiaban. Los Chargers jugaban con enorme equilibrio, repartiendo sus carreras y sus pases en cantidades muy similares. No cometían errores y dejaban transcurrir los drives con sensatez y aprovechando las debilidades del rival. Si se abrían, ahí aparecía Melvin Gordon para llevarse unas cuantas yardas. Si se cerraban, Rivers miraba a la banda y se sacaba un nuevo primer down.
Además, la defensa ponía en aprietos al ataque de los Chiefs con asiduidad. Así las cosas, el resultado era justo. Casi que escaso viendo los méritos de unos y otros.
No era de esperar, en ese contexto, que los de Kansas City despertasen. Nadie les va a confundir con un equipo explosivo y capaz de sumar puntos en poco tiempo, así que lo lógico era dejar pasar los minutos para que la gravedad hiciese su trabajo y la victoria cayese de madura.
Pero ahí cometieron el grave error los Chargers. En los Chiefs se despertaron sus ansias y sus prisas y, de repente, se vieron sumando puntos en el marcador. Spencer Ware, más recibiendo pases cortos que en jugadas de carrera, llegó a nada menos que 199 yardas.
Y, gota a gota, los de San Diego vieron como toda su ventaja se evaporaba hasta llegar a la prórroga.
Sufrieron, así mismo, una lesión que puede ser devastadora para su temporada: Keenan Allen se fue al suelo en un mal giro de rodillo y las malas noticias son que todo apunta a una rotura de ligamentos que le tenga fuera de combate hasta el 2017. El receptor ya se perdió los últimos ocho partidos de la pasada campaña.
Allí Alex Smith no les dejó oler el balón. Travis Kelce, hasta entonces relativamente desapercibido en el campo, recibió dos pases de los de destrozar los nervios de las defensas en un sólo drive, y dejó la situación pintiparada para que fuese el propio Smith el que sellase la victoria con un TD de carrera.
Puede que no parezca justo porque lo cierto es que durante la mayor parte del partido, y cuando los planes tenían algún sentido, los Chargers fueron mejores. Pero cuando todo saltó por los aires y sólo contaba el sobrevivir, sin plan de ningún tipo, los Chiefs pusieron toda la carne en el asador y los de San Diego se limitaron a ver el tiempo pasar. Y eso se paga. Con una derrota insospechada a mitad de tercer cuarto, por ejemplo.