Dak Prescott llama la atención a Dez Bryant por un error
El rookie, que será el QB titular de los Dallas Cowboys al inicio de la temporada, ha cogido galones rápido en la jerarquía del ataque.
El ataque de los Dallas Cowboys se va a poner en manos del quarterback Dak Prescott. Es un hecho. Nadie en la franquicia quería que esto fuese así, porque eso significa que Tony Romo está lesionado, pero la realidad es la que es.
Siendo así, lo cierto es que el joven rookie de la universidad de Mississippi State ha dejado muy buenas sensaciones en pretemporada. Tan buenas como para que el debate del QB suplente en Dallas haya concluido y para que el chaval de unas mínimas garantías de cara al futuro.
Y es que la situación en los Cowboys es complicada en el puesto de QB. En los últimos años Romo ha sufrido lesiones que le han apartado del campo de forma continua. Tiene 36 años y, en corto, está muy cascado. Por si esto fuese poco, sus suplentes han sido una calamidad. Así que a Prescott no sólo se le pide que sustituya a Romo el tiempo que esté fuera en esta 2016, que ahora mismo se especula será entre 6 y 10 jornadas, sino que sea esencial en el futuro del equipo y que salga a ganar cada partido. O sea, no es un parche sino una pieza más del equipo.
Sin presión, chaval.
Por supuesto, es una insensatez confiar en que un primerizo, de cuarta ronda encima, sea capaz de saltar al campo y ser el líder de un ataque cuajado de estrellas, tanto en la línea ofensiva como en el cuerpo de receptores y tight ends, en imparable cabalgata de victorias. Por mucho que haya sido un ciclón en pretemporada, que lo ha sido, lo normal es que la sensación que le acompañe sea el sufrimiento y no la diversión.
Dak Prescott, maduro en el puesto de QB
Sin embargo, Prescott ha dado muestras de madurez y de haber entendido lo que supone su puesto en esta franquicia en concreto. Y una anécdota en un entrenamiento lo explica.
Resulta que el ataque titular estaba ejecutando un 'two minute drill', un drive final con necesidad de anotar y contrarreloj. Le dio un pase a Dez Bryant, que completó, a falta de diez segundos. El receptor en vez de irse a la banda trató de anotar por si mismo y fue detenido, con lo que el tiempo expiró y el ataque concluyó sin puntos. Prescott se acercó corriendo a la gran superestrella y le espetó un "sabemos que eres el mejor, pero teníamos que anotar. Tenías que haberte ido a la banda en vez de intentar conseguir el touch down". Bryant, para asombro de los presentes, le dio la razón y dejó correr el asunto.
Con detalles así se gana un ataque, se gana a un grupo de jugadores y de entrenadores.
Cuando comience la temporada y las defensas sean de verdad, Dak Prescott no tendrá los números que en pretemporada. Cuando caigan las derrotas, que caerán por pura ley de la gravedad, se acabará la luna de miel y llegarán las críticas. Pero el QB no está aquí para suplir a Romo unos pocos partidos, porque eso ya no sirve en los Cowboys, viendo la salud del titular: está aquí para ser el quarterback de Dallas con todas las de la ley.