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BOSTON RED SOX

Red Sox, excelente roadtrip con amargo final

Boston pierde los dos encuentros finales por la mínima y ahora la pelea con Orioles y Azulejos se pone apasionante en el Este de la Americana.

Barcelona
David Ortiz celebra con Mookie Betts la consecución del home run número 533 de su carrera deportiva contra Tampa Bay Rays.
Brian BlancoAFP

"Hemos acabado un roadtrip ganador, sin embargo, tenemos la miel en los labios porqué hemos desaprovechado un par de oportunidades para ganar otros partidos”. En las palabras de John Farrell, entrenador de los Red Sox se resume la sensación del equipo bostoniano tras un viaje en los cuales las Medias Rojas han jugado un partido a diario a lo largo de 11 días en 4 ciudades distintas. Elementos positivos: Boston ha ganado 7 juegos y comparte el primer lugar de la División Este de la Liga Americana con los Azulejos de Toronto, un partido por delante de los Orioles de Baltimore. Además, los 7 triunfos han sido enmarcados por datos que pueden tomar mucha relevancia si serán confirmados en las próximas semanas. Primero, la gran calidad del pitcheo, algo que a lo largo de la temporada nunca se había producido con regularidad. Segundo, una defensa indomable. Antes de viajar rumbo a Cleveland, Boston barrió a los D-Backs consiguiendo finalmente éxitos contras equipos supuestamente de nivel inferior. De allí que la gira empezó con el pié derecho.

Claro está que las últimas dos derrotas duelen y mucho. El miércoles Boston dominaba 3-0 el marcador. Desaprovechó en la séptima entrada una ocasión de oro para ensanchar la ventaja, que se había acortado a 3-2, antes de encajar el empate en la octava entrada y, finalmente, perder el encuentro en una jugada rocambolesca en el segundo inning de prórroga. Ayer, los de Farrell iban mandando en el electrónico por 1-0 y tenían a Odorizzi contra las cuerdas en una situación de bases cargadas y un solo eliminado. Se presentó al plato Bradley Jr. Al lanzador de los Rayos le costaba encontrar el área del strike, pero Jackie lo ayudó golpeando en el diamante su primer lanzamiento y acabando atrapado en un double play. Los Rayos empataron y ganaron otra vez. Curioso el hecho que Tampa Bay haya conseguido ganar los últimos dos juegos por la mínima al equipo líder de la división cuando la organización iba arrastrando la peor marca de victorias precisamente en encuentros decididos por la diferencia de una única carrera. No obstante Ortiz y compañeros, han volado hacia el aeropuerto de Logan con buena sensaciones y tremendas ilusiones.

De repente, una rotación que promete

A partir del mes de julio David Price está produciendo entradas de pura calidad. Todavía no es el lanzador que en sus mejores días destrozaba a los lineups más poderosos. Sin embargo, un promedio de carreras limpias de 2,87 en sus últimos diez viajes encima de la colina señalan una solidez que será clave en el tramo más delicado del año. Quizás tenía razón Scott Boras cuando hace unas semanas intentaba tranquilizar a Dave Dombrowski, general manager que pagó un dineral para las prestaciones del zurdo nacido en Tennessee. Según Boras, Price hubiese aniquilado a los críticos más exigentes de Boston después de pasar a través de un periodo de adaptación al nuevo ambiente y aprender a convivir con las presiones generadas por ser el titular de un contrato estelar y el hecho de jugar en Fenway Park.

Steven Wright, que hasta ahora ha sido la más inesperada sorpresa, está a punto de volver de una lesión. Esta noche tomará la pelota para el primer encuentro de la serie contra los Reales. Wright ha destacado a lo largo de todo el curso cargándose por encima el equipo también en aquellos momentos en los cuales los demás starting pitchers no encontraban su forma ideal. Su llamada para el clásico de verano lo explica todo. Curioso el hecho de que en principio se contaba con él como abridor de emergencia.

La sensación del año pasado Eduardo Rodríguez, tras unos meses muy complicados parece haber encontrado su camino. Su último viaje al montículo ha sido muy prometedor hasta que se lesionó en la pierna. Él también debería volver este fin de semana.

Rick Porcello con 17 triunfos está presente incluso en las conversaciones para ser galardonado con el Cy Young. No lo ganará, porqué hay otros pitcher que simplemente lo está haciendo mejor que él, pero solo esto indica el nivel preponderante de su campaña. Si tengo que resumir sus prestaciones con una sola palabra, elegiría consistencia. No es un pitcher estiloso o espectacular, sin embargo, limita sus errores y se mantiene constantemente en las pugnas.

Pomeranz perdió ayer pero siguió dejando impresiones muy positivas tras un arranque un poco complicado en Beantown. Otra apuesta del GM Dombrowski, tiene todo para garantizar entradas de calidad con su zurda venenosa.

Por último, el renacido Buchholz. Quizás la más grande decepción del año hasta el All Star Break. A partir de allí hemos presenciado intervenciones admirables. Se ha reencontrado con su fastball. Un disparo letal que se mueve en los últimos centímetros, para engañar el bateador. Y, junto a su bola rápida, ha vuelto a destacar por sus roscas que han permitido esta semana noquear a los Rayos. Por ahora Buchholz ejercerá de comodín en una rotación que improvisamente ha descubierto una inesperada abundancia. También el bullpen, que en unos momentos ha sido un desastre y que ha desperdiciado varios partidos siembra haber encontrado el nivel esperado.

Ataques poderosos

El ataque, estadísticamente lo mejor que hay en las Grandes Ligas, necesitaba que desde el montículo llegasen señalen de vida para que el equipo pudiese tomar el vuelo.

David Ortiz a sus 40 años está protagonizando una temporada colosal, quizás la mejor de su vida. Mookie Betts ostenta números de MVP, Bogaerts se mantiene desde el arranque a alturas estratosféricas y Bradley Jr, pese a vivir un momento de bajón, representa una amenaza constante. A ellos tenemos que añadir las nuevas caras representadas por Benintendi, que lamentablemente acaba de lesionarse y entrar en la DL, y Sandy León. Este último ha sido elogiado públicamente por David Ortiz que sostiene que el brutal crecimiento de los lanzadores de los Red Sox se debe en buena parte a la labor fina del receptor venezolano. El cual, además de destacar en las facetas defensivas, está protagonizando también actuaciones notables con el bate.

Boston está allí en la pelea con Toronto y Baltimore que determinará el título de la AL East y los dos comodines. Los Azulejos también presumen de un ataque demoledor. La clave será la salud. Será básico mantenerse lejos de otras lesiones, que ya han afectado bastante al cuadro canadiense. Los lanzadores están navegando a un nivel muy bueno, aún no han destacado hasta ahora por su excelencia. Incluso Dickey, uno de los pitchers más cuestionados parece haber encontrado la forma ideal.

Los Orioles, tras una semana pasada horrible en la cual han sido ametrallados y barridos por los Red Sox y los Astros, han reaccionado de manera excelente. Los tres triunfos contra los Washingtron Nationals son una prueba de que también los del estado de Maryland pelearan hasta el final. Ellos también cuentan con un ataque asolador.

De los restantes encuentros todavía hay muchos cruces entre los tres contrincantes: los Red Sox viajaran cuatro veces a Camden Yards y recibirán en tres ocasiones a los Birds, mientras que Toronto se enfrentará 6 veces al equipo entrenado por Buck Showalter. Los Azulejos además ejercerán de anfitriones en tres partidos contras la Medias Rojas y terminarán su temporada participando en las que serán tres sangrientas riñas en Fenway Park. Probablemente allí se decidirá todo.

De hecho no hay que desestimar cualquier partido. Ya tenemos muy frescos los ejemplos de Red Sox y Blue Jays que acaban de perder dos encuentros consecutivos contra equipos que tienen un récord muy por debajo de 500. Los canadienses han sido demolidos en sendas noches en su propio terreno por los Angels, conjunto que a priori no representaba una concreta amenaza. Esto nos advierte del riesgo que se esconde por detrás de cada batalla. Vaticinar el desenlace ahora mismo parece ejercicio de magos.

El fin de semana

Los Red Sox competirán en tres partidos contra los Reales de Kansas City que están pasando atreves del mejor momento de su campaña. Los campeones del mundo son un contrincante muy exigente y, además, está involucrado en la caza por el comodín. Los Blue Jays se enfrentaran a los Twins de Minnesota en la que aparentemente es una serie asequible en la cual podrá llegar un pleno de triunfos. Los Orioles viajaran a Nueva York para medirse a los Yankees que, a pesar de haber sido un equipo vendedor en el último periodo de mercado, siguen sin arrojar la toalla. A partir del lunes, los Blue Jays se presentaran en Camben Yards. ¡Aconsejo abrocharse el cinturón!