Los White Sox cometen una nueva pifia con el patrocinador
El equipo de Illinois, que ya tuvo su polémica con Adam LaRoche y Chris Sale, ha anunciado que su estadio se llamará 'Guaranteed Rate Field'
Nadie puede dudar que lo de los Chicago White Sox este año ha sido cuanto menos peculiar. Primero, durante el transcurso del spring training se generó una polémica innecesaria con el tiempo que podía pasar Drake LaRoche, hijo del presunto bateador designado y primera base Adam LaRoche, en el vestuario y aledaños, que casi obligaba a pensar a que Drake iba a traerse el saco de dormir, y que motivó una pseudo-revolución que llevó a proclamar que el joven de 13 años era el líder espiritual del equipo, tarea algo excesiva para un adolescente. Sin embargo, todo se solucionó cuando Adam renunció a cobrar los 13 millones de dólares que percibiría por el 2016 cuando el club se negó a respetar unas condiciones que previamente había aceptado el año anterior.
Posteriormente, llegó el culebrón Chris Sale, una vez que el fulgurante inicio de campaña no tuvo la continuidad que se hubiera deseado. Entre dimes y diretes, el zurdo y titular de la Liga Americana en el All-Star no abandonó un equipo al que públicamente declaraba su amor incondicional… hasta que decidió convertirse en Eduardo Manostijeras y dar rienda suelta a su furia por la ‘obligación’ de utilizar unas camisetas retro de 1976 (que han terminado siendo un éxito de ventas) y que fue sancionado con cinco partidos por parte del club.
Pero el más difícil todavía ha llegado con el acuerdo que ha llegado la franquicia con el nuevo patrocinador, que hará que de aquí en adelante, el US Cellular Field, conocido en su momento como New Comiskey Park, se llame ahora ‘Guaranteed Rate Field’. Ahí queda eso.
¿Ha existido un peor nombre para un estadio?
Como es lógico, las redes sociales tan en boga hoy en día, no han perdido la oportunidad de hacer leña del árbol caído y es que cuando el logo del nuevo patrocinador, es una flecha hacia abajo… como que inspira poca confianza más allá del horroroso nombre que tendrá el estadio.
Los vecinos de los White Sox, tanto Chicago Bears como Chicago Cubs, no han dejado pasar la oportunidad, incluso con un punto de mala leche.
A lo que algunos han respondido de forma ácida.
Encaminados a un viaje a ninguna parte, el suma y sigue de los White Sox continúa.