Previa AFC Norte 2016: Requiere un consumo responsable
Partidos decididos en los últimos instantes, remontadas increíbles, derrotas impensables, golpes, lesiones, picaresca, bronca...
Las autoridades sanitarias advierten que el consumo inapropiado de partidos de la AFC Norte puede generar en el espectador peligrosas arritmias cardíacas, crisis de excitación aguda, cuadros clínicos de ansiedad generalizada y síndrome de abstinencia en los bye. Absténganse enfermos con problemas cardiovasculares, no dejen a los niños ver los partidos solos, consúmanse con moderación y únicamente bajo su responsabilidad.
A quien crea que exagero, le recomiendo que revise el final del wildcard entre Steelers y Bengals, con la tangana entre jugadores y entrenadores, o el Monday Night Football entre Ravens y Browns resuelto por un field-goal bloqueado para TD con el reloj a cero. En pocas divisiones se vive la pasión como en ésta. Partidos decididos en los últimos instantes, remontadas increíbles, derrotas impensables, golpes, lesiones, picaresca, bronca, éxtasis… Ningún partido en el que intervenga un equipo de esta división es intrascendente.
Hay quien pudiera pensar que un equipo que finalizó 2015 con un balance de 3-13, y que ha renovado a buena parte de su plantilla por jugadores noveles o secundarios en otros clubes, no resultará atractivo. Nada más lejos de la realidad. Los Browns son el único conjunto de la división que estrena manager general, quarterback titular y entrenador principal; y esto les convierte en uno de los más interesantes a seguir. Hay curiosidad por saber hasta qué punto la estrategia de contrataciones basada en evaluaciones estadísticas puede tener éxito en la NFL; expectación sobre si las ingeniosas tácticas de Hue Jackson serán capaces de dar la vuelta a la inercia negativa de una franquicia construida sobre pilares aún inexpertos; y cierta dosis de morbo por comprobar si Robert Griffin III recuperará el estado de forma que le convirtió en uno de los QBs más prometedores de la liga, dándole así en las narices a todos quienes se adelantaron a pronosticar el final de su carrera, o si se convertirá en el enésimo signal-caller fracasado de la franquicia marrón.
Su objetivo para 2016 no serán los resultados, sino conformar un bloque de futuro. Nadie espera nada de ellos, lo que les hará jugar sin presión y ahí puede estar el peligro. Es un proyecto nuevo, con poco que perder y mucho que ganar. Con jóvenes ilusionados, pero también veteranos de calidad (Thomas, Haden, Kruger, Bitonio). Si los técnicos consiguen aunar las virtudes de ambos grupos, estaremos ante un firme candidato a equipo revelación. No se extrañen si a mediados de temporada empiezan a advertir síntomas de adicción.
El aficionado neutral probablemente haya olvidado a los Ravens tras una campaña aciaga por las lesiones. El seguidor de la AFC Norte seguro que no. Los cuervos siempre están ahí y son competitivos, ya tengan mejor o peor plantilla. La del 2015 era buena, pero la de 2016 es quizá aún mejor. Si el año pasado se les consideraba aspirantes a la Super Bowl, para éste deberían recibir similar distinción. Las bajas en la línea ofensiva y linebackers las han cubierto en el draft, mientras que en la agencia libre mejoraron facetas deficientes como la secundaria o el cuerpo de receptores. Veteranía (quizá excesiva) y juventud (aún en fase de aprendizaje) en conjunción para sacar adelante la temporada.
En el apartado técnico, el año de experiencia acumulado por Trestman debería servir para un mejor encaje sistema-jugadores, mientras que el anunciado cambio progresivo a una defensa 4-3, adaptarse mejor al personal existente. Borren de su memoria la pasada campaña. Los Ravens-2016 lo único que van a conservar es su inquebrantable espíritu de lucha. Tradición e innovación unidas para recuperar un favoritismo que nunca debieron haber perdido. No encontrarán mejor antidepresivo natural.
Ahora bien, si lo que quieren son emociones fuertes, no se pierdan a los Steelers. Probablemente la ofensiva más excitante de la competición. Poderosa corriendo, pero imparable pasando. En largo, en corto, en rutas intermedias… Roethlisberger se encuentra en el momento más dulce de su carrera, y amparado en una impresionante línea ofensiva, ha dado la vuelta al ataque tradicional de los señores del acero, pero sin perder una pizca de efectividad.
El reverso de la moneda se encuentra en la defensa, hacia la que han dirigido sus refuerzos en el draft. Su objetivo no es alcanzar los playoffs, sino que va más allá; y son conscientes de que para ello necesitaban mejorar este apartado, en especial en lo concerniente al pass-rush y la secundaria.
Un ataque que no concede tregua, ni siquiera tras anotar TD porque buscan la conversión de 2. Una defensa oportunista, de las primeras en recuperaciones de balón. Imposible evitar contagiarse de su estilo de juego. Extremen la seguridad, porque no existe vacuna conocida.
A estos complicados rivales deberá derrotar Cincinnati para volver a coronarse Rey en el Norte. Pero los Bengals se enfrentan a otro más implacable: el destino, un adversario cruel y por lo visto en los últimos tiempos, invencible. Inasequibles al desaliento, volverán un año más a intentar pasar de la maldita ronda de wildcard que se les resiste durante más de 25 años. La campaña pasada lo tuvieron cerca, a escasos segundos, y se les escapó por deméritos propios. Esta temporada retomarán sus conocidos argumentos: una sólida línea ofensiva, una complementaria pareja de RBs, una incisiva línea defensiva, y sobre todo, un QB plenamente asentado en la competición, que por fin se ha deshecho de complejos para convertirse en el líder que toda franquicia necesita.
Pero negros nubarrones se ciernen sobre los atigrados. Ya no tendrán en la banda la genial mente ofensiva de Hue Jackson, han debido reconstruir el cuerpo de receptores, y la secundaria también ha sido renovada. Cambios inexorables, pero que pueden hacerles perder su condición de contendientes a repetir presencia en postemporada. Las distancias con respecto a sus competidores se han estrechado, lo que hará que cada partido deban pelearlo hasta la extenuante última gota de sangre. Emoción sin control. Lleven la precaución de disponer de ansiolíticos a su alcance.
Tres equipos con firmes pretensiones de llegar lejos en la competición y un cuarto en rehabilitación, que no dejará pasar la oportunidad de provocar malestar a sus vecinos. Los partidos divisionales serán de auténtico infarto. Sin embargo, los emparejamientos extradivisionales contra la AFC Este y NFC Este son a priori menos exigentes que el año pasado, por lo que no sería gran sorpresa una mejoría generalizada de los balances de cada equipo, y se pudieran presentar tres a playoffs.
Una exploración global de la división nos confirma encontrarnos con equipos de mucha calidad que ofrecer, y no exentos de posibles contratiempos. Pero ante la aparición de cada patología, la aplicación de un nuevo tratamiento. Todo cambia en la AFC Norte para que todo siga igual: ser la división más reñida de la NFL. Nunca apta para cardíacos ni espectadores impresionables. Si se dispone a seguirla no debe tomarse estos consejos sanitarios a la ligera. Lea atentamente esta guía, y en caso de duda, consulte a AS.com.