A Mark Sánchez se le escapa su última oportunidad en la NFL

Con el anuncio de que Trevor Siemian sería el titular de los Broncos por segundo juego de pretemporada consecutivo, Mark Sanchez comienza a escribir un nuevo capítulo en su novela de oportunidades desperdiciadas.

Antes del campo de entrenamiento, la titularidad era de Sanchez hasta que la perdiera, y eso es precisamente lo que hizo. Una intercepción y dos fumbles hicieron el truco.

Ahora Mark está en el limbo de los quarterbacks.

Siemian no necesita hacer nada del otro mundo para obtener la titularidad para el jueves 8 de septiembre. Y si Siemian es el titular, lo más factible es que su suplente sea el novato Paxton Lynch, porque nadie toma un quarterback en la primera ronda para ponerlo de tercero en la línea de sucesión.

Así nadie tiene al quarterback mejor pagado de su equipo como el tercero en el depth chart. Así que para Mark Sanchez es todo o nada.

Mark tenía un solo trabajo y era el no desperdiciar esa oportunidad. Pero Mark es quien es. No existe maquillaje capaz de cubrir su identidad. ¿Quién es Mark Sanchez? Es el tercer quarterback desde 2009 con el índice de intercepciones más alto en la NFL, solo detrás de “súper estrellas” de la talla de JaMarcus Russell y Geno Smith. Ni más, ni menos

Mark Sanchez, tuvo un inicio en la NFL digno de Hollywood. El muchacho de origen hispano, que sale de Los Ángeles y viaja a la ciudad más importante del mundo para tomar el lugar de una leyenda, Brett Favre, y llega a dos finales de Conferencia en sus dos primeros años, eliminando a Tom Brady y los Patriotas en Foxboro en el proceso.

Y de repente. ¡Pum! Desde el momento en que la cara de Sanchez se estrelló contra el trasero de su guardia derecho, todo ha sido un vuelo en picada. Si se creía que el “buttfumble” era su punto más bajo, perder la titularidad, primero ante Geno Smith y después ante dos quarterbacks que se combinan para una jugada en la NFL no están muy lejos en la escala de momentos infames.

A Sanchez se le está escurriendo entre los dedos la oportunidad de reemplazar a la segunda leyenda en su carrera. Se le escapa la posibilidad de tomar las riendas de un equipo campeón y de trabajar con una de las mejores mancuernas de receptores de la NFL en Demaryius Thomas y Emmanuel Sanders.

Pero si Thomas y Sanders no pudieron cubrir las imperfecciones de Mark Sanchez, si Gary Kubiak, quien convirtió a Matt Schaub en pro bowler y a Brock Osweiler en multimillonario, no puede hacer de Sanchez un titular en esta liga, si la confianza de John Elway no lleva a Mark a cuidar mejor el balón, entonces se antoja difícil que alguien más pueda hacerlo.