El antecesor de Dak Prescott que sentó a un Hall of Famer
El fulgurante QB de los Dallas Cowboys ha tomado la pretemporada de la NFL al asalto, pero eso es algo que ya pasó en los 70, en los Pittsburgh Steelers.
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Es cierto que los números de Dak Prescott asustan, al igual que sus prestaciones en el terreno de juego. Pero hay que ponerle varias pegas a todo ello, la primera que son partidos de pretemporada contra unidades defensivas plagadas de jugadores que buscan hacerse un hueco en un roster. La segunda, que juega para los Dallas Cowboys, donde todas las noticias referidas a su QB se multiplican por cien.
El caso de Dak Prescott no es la primera ocasión en que un jugador impresiona durante la pretemporada. La historia del actual QB suplente de los Dallas Cowboys acaba de empezar a escribirse, pero seguramente ninguna historia de pretemporada alcanza, ni probablemente la alcanzará jamás, a la de Joseph Wiley Gilliam Jr, conocido en la NFL como Joe Gilliam.
Dotado de unas capacidades atléticas mas que notables Joe Gilliam se hizo un nombre en el estado de Tennessee. Fue uno de los primeros QB de color que destacó en las ligas de High School cuando estas empezaron a integrar a los primeros jugadores afro americanos. Eso le valió ser seleccionado por la universidad de Tennessee State, donde fue All American hasta en dos ocasiones.
En 1972 se presentó al draft de la NFL, donde fue elegido por los Pittsburgh Steelers en la ronda undécima, en concreto en el puesto número 273. Saber con qué intenciones reales había sido seleccionado era imposible, en aquellos año no era habitual elegir a QB afro americanos, y si se hacía era para que ocuparan otras posiciones donde primaba su capacidad atlética como CB o WR. Por otra parte los Pittsburgh Steelers tenían ya a su QB, la primera elección absoluta de 1970, Terry Bradshaw, aunque sus números hasta entonces eran siendo muy generosos mediocres, 58 intercepciones frente a 31 TD, con 433 pases completados sobre 899 intentados, un porcentaje de tan solo un 48,16%. El QB conocido como “The Blonde Bomber” no era precisamente uno de los personajes mas populares de Pittsburgh, sus decisiones en el campo en el campo enfadaban a la afición. Tampoco era considerado un favorito de Chuck Noll, que empezaba a conformar un magnifico conjunto, sobre todo en la defensa.
Tras clasificarse para los playoffs en 1972 y 1973, algo que nunca habían conseguido los Steelers hasta entonces, Chuck Noll empezó la pretemporada 1974 declarando que la posición de QB era una batalla entre sus 3 QB, el intranscendente Terry Bradshaw, su suplente Terry Hanratty, que había empezado varios partidos en 1973, y el QB de 3er año, Joe Gilliam, que también había debutado también en 1973. Joe Gilliam no desaprovechó la ocasión que le brindaba Chuck Noll y se convirtió en la verdadera sensación de aquella pretemporada.
En 1974 los Pittburgh Steelers jugaron un total de seis partidos de pretemporada, aunque entonces se les conocía como de “exhibición”. Ganaron los seis encuentros y los números de Joe Gilliam fueron los siguientes:
New Orleans Saints: 11-19 158 yardas, 1 TD
Chicago Bears: 13-19, 257 yardas, 3 TD y 1 TD de carrera
Philadelphia Eagles: 11-17, 234 yardas, 2 TD.
NY Giants: 18-31, 228 yardas, 1 TD y 1 INT (Pick 6)
Washington Redskins; 11-20, 114 yardas, 2 TD.
Dallas Cowboys: 10-18, 187 yardas, 2 TD.
Total: 74-124, 1178 yardas, 11 TD, 1 TD de carrera y 1 INT.
Chuck Noll nombró titular para la temporada 1974 a Joe Gilliam. Tras terminar la pretemporada dijo “Con lo que ha hecho Joe durante la pretemporada se ha ganado ser el titular”. Estas palabras las dijo tras las reacciones de prensa y aficionados de Pittsburgh que decían que Terry Bradshaw, al igual que otros muchos profesionales aquel año, habían hecho una huelga encubierta, que mas tarde se supo que solo había durado la primera semana de pretemporada. Años después el propio Terry Bradshaw declararía que Joe Gilliam le había superado aquella pretemporada, que venía de una mala temporada donde había perdido la titularidad y se merecía ser titular.
Joe Gilliam fue el primer QB de color que empezaba como titular tras la fusión entre la NFL y la AFL, donde sí hubo algunos QB de color. En su primer partido, ante los Baltimore Colts, los Steelers se impusieron 30 a 0 con una actuación estelar de Joe Gilliam, 17 pases completados de 31 intentados para 257 yardas, 2 TD y 1 INT, algo que le valió ser portada de Sports Illustrated. La semana siguiente en Denver completaba 31 de 50 intentados, 1 TD Y 2 INT, pero el partido terminó empatado a 35 puntos. A pesar de que el kicker de los Steelers falló un FG en la prórroga. Joe Gilliam fue acusado de abusar del juego de pase, olvidarse de la carrera y llamar sus propias jugadas.
En el siguiente partido Joe Gilliam tuvo un día pésimo ante el rival mas odiado de los Steelers en aquellos años, los Oakland Raiders, que les ganaron 17 a 0. Completó solo 8 pases sobre 31 intentados para 106 yardas con 2 intercepciones, números que fueron suficientes para que el público del Three Rivers Stadium empezara a cantar “We want Bradshaw. Durante la semana Chuck Noll declaró que el equipo tenía que dejar de pasar tanto y correr mas, una crítica hacia el QB, que tenía fama de no hacer caso de las jugadas que le cantaban desde la banda y solo ejecutar jugadas de pase.
Los siguientes tres partidos fueron victorias para los Steelers, sin embargo la controversia sobre el QB ya estaba encendida. A pesar de las victorias los números de Joe Gilliam era cada vez peores, en su sexta y última titularidad completó solamente 5 pases de los 18 que intentó para unas ridículas 78 yardas. Los Steelers ganaban gracias al tremendo trabajo de su defensa, que aún no se le había bautizado como “The Steel Curtain”. En el siguiente partido Chuck Noll decidió sentar a Joe Gilliam y dar la titularidad a Terry Bradshaw, que tampoco lo hizo mucho mejor, 9-21 para 130 yardas y 2 INT. Tampoco en los siguientes partidos Terry Bradshaw mejoró, hasta el extremo que en la Semana 10 Chuck Noll sentó al QB y en su lugar empezó Terry Hanratty.
Estos hechos dieron pie a que Joe Gilliam se quejara a la prensa alegando que su suplencia se debía únicamente a motivos raciales y no deportivos. Compañeros suyos de color como John Stallworth dijeron que su pérdida del puesto fue debido a su pobre rendimiento, no acatar las órdenes del equipo ni el plan de juego, pero sobre todo algo que se supo mas tarde, sus problemas con las drogas. Terry Bradshaw declararía años después “Joe Gilliam se limitó a devolverme un trabajo que yo había perdido”.
A partir de allí la carrera de Joe Gilliam fue cuesta abajo y terminó en el infierno. Los Steelers, a pesar de la controversia en el puesto de QB, acabarían ganando su primera Super Bowl, gesta que repetirían el año siguiente, 1975. Aquella fue la última temporada de Joe Gilliam en el roster, al final de campaña fue cortado y sus posteriores intentos para regresar a la NFL fracasaron. Para entonces eran mas que conocidos sus problemas con la heroína, cocaína y alcohol, fue detenido varias veces, una de ellas con varios gramos de cocaína y con una pistola. En su particular descenso a los infiernos llegó a vivir debajo de un puente en unas cajas de cartón. Tras intentar jugar en varias ligas menores, e incluso probar suerte en la USFL, abandonó la práctica del football.
El día de Navidad del año 2000 Joe Gilliam fallecía en su casa tras sufrir un ataque al corazón mientras disfrutaba de un partido de la NFL. Le faltaban solamente 4 dias para cumplir los 50 años y llevaba limpio tres años.