Carolina Marín: “Pensé en cada punto y me salió perfecto”

Una Carolina Marín sonriente, aún espitosa por su victoria ante la china vigente campeona olímpica, compareció más jovial que nunca. Aún estaba “emocionada”. “Ella debía defender la medalla de oro, yo salí a disfrutar del partido y concentrada en mi estrategia. Debía pensar en cada punto y me salió perfecto”, aseguró. No quiso la onubense desvelar cuál fue la clave del éxito: “Es un secreto”.

Desde el primer golpe, la campeona el mundo en 2014 y 2015 fue por delante de su rival. Eso formaba parte del plan. “Lo importante era mostrarle que quería ganarle. Los chinos dominan el bádminton, por eso sabía que tenía que demostrar que iba a por ellos y eso les puso nerviosos. Siempre tengo que mantener el lenguaje corporal”, cuenta Marín, desafiante en las pistas.

El encuentro tuvo un momento clave. La china siempre dispuso de ventaja en el segundo set, pero Marín no se vino abajo. “Las crisis siempre existen. Jugaba contra la mejor del mundo y era ella la que se tenía que defender. Estaba claro que siempre hay fallos, porque una no es perfecta, pero hay que desdramatizarlos”, argumentó.

Y ahora ya apunta a la final, su sueño cumplido. “Hay nervios, porque esto no se juega todos los días, pero tengo claro que lo importante es difrutarla y ojalá podamos conseguir ese oro”. Su mentalidad no varía: “Sigo teniendo solo una medalla, que es la de la Virgen del Rocío”. Pero ella ya sabe que tiene al menos una plata que quiere convertir en oro este viernes a las 16:00.