Río hierve con el estreno de la Estados Unidos de Kevin Durant
Ante China inicia el viaje hacia el tercer oro consecutivo. Carmelo suma ya cuatro, el primero que lo hace en Estados Unidos.
Juegos Olímpicos Río 2016, hoy 06/08/2016 en directo
La selección de baloncesto de Estados Unidos ha recuperado en los últimos ochos años el prestigio mundial. Edificado sobre el espíritu del Reedem Team, devolvió el oro y el orgullo al país en Pekín después de los fiascos de Atenas, Indianápolis y Saitama. Lo hizo gracias a la mente abierta de Mike Krzyzewski, que se propuso respetar la historia del baloncesto europeo y creó una cultura de equipo ni siquiera vista en el Dream Team. “Hablamos a menudo de aquellos malos tiempos”, reflexiona Carmelo Anthony. Carmelo, cuartos Juegos, ha tomado el relevo de Kobe como guía espiritual del equipo. “Definitivamente, es el líder”, indica el pívot DeMarcus Cousins.
Hierve Río y se pelea por acreditaciones especiales para ver a Estados Unidos en el Carioca Arena. De momento, apenas sí se les ha visto en el impresionante Cloud Silver, un espectacular crucero de 196 cabinas. “La villa no es la mejor manera de prepararse”, se excusa Krzyzewski.
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El rival en el debut es China, un imperio que pareció cerca de anexionar el baloncesto a su cultura cuando Yao Ming apareció por la NBA. Con él, Wang Zhizhi o Yi Jianlian. Aquel estruendo se atenuó. China no tiene estos días referentes en la NBA y su baloncesto, pese a los progresos de su incomprensible liga en la que los dueños intervienen en los equipos y hasta bajan a los vestuarios a dar instrucciones, no ha terminado de despegar. Ha jugado dos amistosos este verano contra Estados Unidos y los ha perdido por 50.
Estados Unidos despliega esta vez un equipo menos glamouroso. La nómina de bajas es imponente: Curry, LeBron, Westbrook, Paul, Davis, Harden, Kawhi... A Coach K no le importa. Jugadores franquicia han tenido un papel testimonial con el entrenador de Illinois, que concede roles muy específicos. Otra vez tiene un arsenal demoledor: la versatilidad de Kevin Durant, el caudal anotador de Carmelo Anthony y Klay Thompson, el manejo del creciente Kyrie Irving, el carácter de Draymond Green... Todos sin interferir en el interés del equipo. Krzyzewski abandona al final de los Juegos y está determinado a acabar dejando el legado de ese equipo de nuevo inalcanzable que todos soñaban llegar a ser.