Power ranking 02/08/16: Así estamos tras los traspasos
Con el cierre del mercado de las Grandes Ligas, los equipos aspirantes a jugar en octubre se posicionan mejor que nunca para este objetivo.
Ya ha finalizado el mercado principal para las incorporaciones de cara a octubre y como suele ocurrir muy a menudo, aquellos que ya estaban bien colocados, han dado el golpe encima de la mesa para garantizarse jugar en octubre, porque sabemos demasiado bien que una cosa es cómo se llegue a los playoffs y otra bien distinta es lo que ocurre durante los mismos...
El mejor equipo de Las Mayores tenía un serio problema con su bullpen, quizás una de las más obvias vías de agua en la, por otra parte, fantástica plantilla de la que hacen gala. Pues bien, se han dedicado en cuerpo y alma a solucionar ese problema en el periodo de traspasos y, hoy, dan aún más miedo que ayer.
La pieza más importante de los Giants en el mercadeo de estos días ha sido Matt Moore por el que han dado quizás demasiado, si tenemos en cuenta que han perdido a Matt Duffy, entre otras piezas. Moore no sería más que el cuarto pitcher en la rotación titular de San Francisco, pero quizás tampoco necesitaban más.
Melancon llega para ocuparse de ser el closer de un equipo que necesitaba olvidarse un rato de Papelbon en ese rol.
Quizás el equipo que más se ha reforzado esta semana, el que más ha apostado por sí mismo, y el que más cree en sus posibilidades de cara a las World Series. Todo eso junto no significa nada, ya lo sé, pero es fascinante cómo, en los últimos años, han construido un grupo con aspiraciones campeones a base de sorpresas en los últimos instantes de los periodos de traspaso.
Y, al lado de los Rangers, los Indians, muy probablemente sus más serios rivales, que también intentaron echar el resto. De hecho, persiguieron al mismo hombre: Jonathan Lucroy, que les vetó y acabó en los Rangers ¿Qué significa eso? Que el morbo de ver un Indians-Rangers en playoff se ha multiplicado por mil.
Quizás los patitos feos, ahora mismo, de entre los candidatos reales a ganar la Liga Americana. Pues que les infravaloren, como han hecho hasta ahora, que a ellos ya les va bien.
Han de resolver el problema de Yasiel Puig, que amenaza con ser una bomba en ese vestuario, y al que ya han sustituido en el campo con Josh Reddick. En esta temporada nunca han estado tan cerca, aunque sea mentalmente, de los Giants como ahora, pero lo de Puig y, sobre todo, las dudas con la salud de Kershaw les tienen agobiados.
Han cazado a Frankie Liriano a última hora para reforzar una rotación titular que acompañe a un ataque tan explosivo. No es que sea la situación ideal, pero tampoco podían quedarse de brazos cruzados. Con él, y Upton, el equipo pinta un poco más completo.
Se está poniendo muy cara la AL Este. De hecho, ahora mismo, las dos plazas de Wild Card estarían ocupadas por los Blue Jays y los propios Red Sox.
Extraño para los Tigers el haberse estado quietecitos en este periodo de traspasos, pero es que está siendo una temporada francamente extraña en Detroit.
De entre todos los placeres que ofrecen estos Marlins, por el hecho de estar peleando a una altura que no parecía a su alcance al principio de año, me quedo con el hecho de ver a esa megaleyenda llamada Ichiro Suzuki consiguiendo hits a sus 42 años y rompiendo récords.
Se están metiendo en un berenjenal con sus actuaciones de las últimas semanas. Habían sido el mejor equipo de los meses de mayo y junio, pero parece que se han relajado tras conseguir salir del pozo en el que empezaron la temporada. Tal y como se han puesto las cosas, con los Rangers apostándolo todo a una carta y la AL Este llena de gallitos, harían bien en recuperar la urgencia de pasadas semanas.
Hay una cosa peculiar en estos Cardinals: a pesar de estar en el top ten de la liga tanto en home runs conseguidos como en ERA global, su récord le sitúa más cerca de mitad de tabla que de la cima. Algo poco común en ellos, muy poco apropiado para el ‘Cardinal way’ de hacer todo a la manera correcta (que le dicen) en un ball park.
He aquí un equipo desesperado que no entiende porque no le acaban de salir las cosas, pero cuya calidad les impide desconectarse de la lucha por los playoffs. Ahora llega Jay Bruce para mejorar un turno de bateo que lo necesita de verdad.
Vendiéndolo todo. Reconstruyendo. Algo que no recuerdan ni los más viejos del lugar. Con la cantidad de talento joven que han cosechado estos días, y la agencia libre de locura que se estima para 2018, es momento para volver a temerles en serio.