Los general managers de la MLB están como locos
Se conoce como el “trade deadline” en la gran carpa, al límite temporal fijado para que los equipos puedan hacer cambios directos entre sí. Yankees - Red Sox en vivo: MLB, en directo
Estamos en la época del año en la que el béisbol de las Grandes Ligas experimenta una mayor actividad para los general managers de los equipos, quienes en una carrera contra el tiempo y con el afán de hacer sus equipos más competitivos, de cara a la recta final de la temporada que le dé el pasaporte para acceder a la postemporada y a la ansiada Serie Mundial.
Se conoce como el “trade deadline” en la gran carpa, al límite temporal fijado para que los equipos puedan hacer cambios directos entre sí, evitando pasar por el procedimiento de Waivers. Esta normativa de la MLB tuvo sus orígenes en 1923, teniendo como objetivo el nivelar las oportunidades entre los equipos de diverso poder adquisitivo.
Durante toda la temporada de la gran carpa, los equipos tienen la libertad de hacer cambios de los jugadores pertenecientes a su plantilla, limitado por las regulaciones que existen en algunos contratos suscritos por los jugadores que restringe los cambios (no-trade clause) y por la normativa contemplada en la contratación colectiva entre las MLB y el sindicato de jugadores que limita la libre transferencia de los jugadores con 10 años de servicio en las grandes ligas y 5 con el mismo equipo, en eso casos para poder concretar el cambio, se debe tener la autorización expresa del jugador.
Esta libertad de contratación comentada, finaliza al vencerse el trade deadline, que regularmente es el 31 de julio a las 4 pm hora del este de los Estados Unidos ya que este año por disposición del comisionado Rob Manfred, el plazo vencerá el 1 de agosto por ser domingo la fecha tradicional de vencimiento.
Vencida la fecha de cambios sin restricciones generales, se pueden seguir haciendo cambios, pero el mismo debe pasar por el procedimiento de Waivers. Según las normativas vigentes al respecto en la gran carpa, existen varias modalidades de este procedimiento que pueden ser utilizadas por el equipo que toma la decisión de colocar alguno de sus jugadores entre la que destacan:
La característica común de estas opciones es que para poder cambiar o disponer de un jugador debe cumplirse un permiso ante el comisionado de béisbol para que durante un tiempo limitado cualquier equipo pueda hacerse de los servicios del jugador colocado en la lista.
El riesgo del Waivers para el equipo que hace el movimiento, es que se quedaría sin el jugador con nada o muy poco a cambio (Waivers irrevocable) y para quién aspira adquirir a un jugador por esa vía es que no hay certeza de logarlo si un equipo con peor récord en la campaña también aspira contratarlo, debido a que, según lo estipulado en las reglas de la MLB, este último tiene preferencia de contratación.
Algunas veces la estrategia de los presidentes/ jefe de operaciones/ gerentes generales, es optar por un Waiver revocable para sondear el nivel de interés de otros equipos en su jugador, para que en caso de no tener alguna oferta que le interese decidir sacar al jugador de la lista, el aspecto negativo de esta decisión es que al hacerlo el equipo no podría utilizar la figura del waiver para otro caso en lo que queda de campaña
Es por este nivel de incertidumbre que los gerentes generales prefieren hacer las transacciones previo al trade deadline. Es muy interesante ver que luego del All Star Break, los equipos se reconocen como vendedores (Buyers) o compradores (Sellers) dependido de su ubicación en la tabla de posiciones y la condición contractual de sus jugadores y proceden a concretar llamativas transacciones.
Los vendedores, apuestan a una reconstrucción de equipo para venideras campañas con nuevos jugadores y a liberar un poco la nómina sobre todo con jugadores próximos a declararse agentes libres, con lo cual aspiran obtener algún rédito por el jugador que probablemente perderían con la agencia libre en la temporada muerta.
Por el contrario los compradores, apuestan a ganar en el presente torneo, tratando de reforzar los aspectos débiles que su club presenta de cara a la recta final de la temporada, son capaces de ofrecer lo mejor de sus granjas con el propósito de obtener un jugador que le garantice solvencia y productividad bien sea en la ofensiva o en el pitcheo, en algunos casos estaríamos en presencia de un “alquiler” de jugador, cuando se trata de un profesional adquirido para el presente campaña que al declararse agente libre, probablemente no sea adquirido por el equipo que lo tomó en el traspaso. (por ejemplo, lo sucedido con la adquisición de Johnny Cueto y Ben Zobrist en 2015 por los Kansas City Royals, para luego ser contratados por los San Francisco Giants y los Chicago Cubs respectivamente a través de la agencia libre).
Como se aprecia son jugadas que comportan alto riesgo y determinación del gerente general y su equipo, para lograr el éxito en la tierra prometida: El título de Serie Mundial, sin embargo, no en pocas ocasiones terminan con las manos vacías.
En la presente campaña hasta el momento, Dave Dombrowski, presidente y jefe de operaciones de los Boston Red Sox y Theo Epstein su homólogo en Chicago Cubs, has hecho los movimientos más resaltantes del periodo, los patirrojos adquiriendo al relevista Brad Ziegler y el abridor Drew Pomeranz, traídos de Arizona y San Diego respectivamente y los oseznos quienes reforzaron su bullpen con la adquisición de Mike Montgomery y Aroldis Chapman, desde los Mariners y los Yankees. El martes 26 de julio los Toronto Blue Jays se unieron a la fiesta, apostando con la adquisición de Melvin Upton Jr., proveniente de la nómina de los Padres. El GM de los canadienses Ross Atkins, considera que el outfielder proveniente del sur de California reforzará sus jardines y aportará velocidad en las bases.
Falta por ver las adquisiciones que probablemente equipos como los Cleveland Indians, Baltimore Orioles, Washington Nationals y San Francisco Giants, harán para echar el resto con el objetivo de ganarlo todo en octubre.