Así son las tripas de los Oakland Raiders
Los malos de la película. El "black hole", los piratas de plata y negro... Todo lo oscuro tiene que ver con ellos. Están a punto de algo grande.
LA ESENCIA DE LA FRANQUICIA: Raider Nation
No se puede entender a esta franquicia sin sus fanáticos más notables. El hecho de vestir de plata y negro, de asimilar la cultura pirata como propia, y de tener un líder como Al Davis, que en paz descanse, llevó a estos fanáticos a extremar su sentido del disfraz. No se puede ver un partido de los Raiders sin fijarse en ese montón de personajes llenos de pinturas metálicas, pendientes por todas las esquinas de la cara, gestos amenazantes y mucho negro en sus vestimentas. Incluso adptaron una parte del O.Co COliseum sólo para ellos que, claro, pasó a denominarse el ‘Black Hole’. Está por ver si esta esencia les sigue hasta Las Vegas donde previsiblemente morarán en el futuro, pero es probable que así sea porque la ‘Raider Nation’, así bautizada por Davis en los 60, es algo universal.
Su gran leyenda: Marcus Allen
El MVP de la Super Bowl XVIII fue el primer jugador en sumar 10.000 yardas de carrera y 5.000 de recepción, además de ser el único en la historia en ganar la NCAA, la NFL, el Heisman Trophy y el MVP con los profesionales. Báilalo.
Su mejor momento
(Por Raul Cancio) Si John Madden dice que The Ghost in the Post es el momento más memorable de su carrera entonces, con permiso de Al Davis, no se hable más. Después de casi dos prórrogas, el divisional entre Colts y Raiders en Maryland parecía no acabar nunca. Aquel empate a 31 parecía inamovible. Entonces, la Cobra Stabler, a escasos segundos del final del 2OT, lanzó un maravilloso y combado pase de 42 yardas a Casper, que colocó a los piratas en la yarda 14, culminando la remontada en el siguiente drive.
PROPIETARIO: Mark Davis *
El hijo de Al Davis, que parecía estar de interino hasta poder vender la franquicia de su padre, se ha destapado como un hombre de negocios con personalidad y ha echado el resto por irse a Las Vegas. Ojo con el ‘niño’.
GENERAL MANAGER: Reggie McKenzie ****
Reggie McKenzie tiene que estar encantado con el rol de general manager de los Raiders. Este puesto solía ser Al Davis, Al Davis, y Al Davis, que para eso tenía su franquicia, para hacer lo que le diera la gana. Y, la verdad, bien por él. Pero su hijo, Mark, ha tomado el camino inverso y no se mete ni una coma en el trabajo de los profesionales. De entre ellos, Reggie McKenzie es el que ocupa la cima de la piramide, y leñe, ni un pero se le puede poner a su trabajo. Ha construido una plantilla monumental y no se ha dejado en el camino ni drafts atrevidos, vibrantes, tensos y maravillosos, ni tampoco echar el resto en la agencia libre. Ha trabajado con valentía y cordura y ha entregado a sus entrenadores un roster de los que quitan el hipo. Gran trabajo.
ENTRENADOR: Jack Del Rio **
Probablemente el mayor miedo que tienen los fans de los Raiders (amén del obvio del traslado del equipo de Oakland a donde sea, probablemente Las Vegas) es que su gran plantilla está dirigida por un conocido ‘amarrategui’, de esos que no ve claro el jugarse un tercero y nueve y prefiere esperar al siguiente drive a hacer algo de relevancia. Es, por así decirlo, como poner un Ferrari en manos de un profesor de autoescuela, que sabe conducir estupendamente, sí, pero dentro de las normas establecidas. Y, quizás, lo que necesita un Ferrari es a un piloto profesional tras el volante que ignore esa molesta señal de no ir a más de 120. Por lo demás, no se le pueden achacar grandes decisiones equivocadas y sus defensas están siempre en el sitio. A buen seguro que Derek Carr y Amari Cooper necesitan madurar antes de soltarles la correa y, ahí, Del Río puede ser útil.
ESTADIO: O.co Coliseum, última estación hasta las vegas
He aquí el gran problema de Oakland para mantener a sus Raiders. El O.Co Coliseum viene de una época, bastante oscura, en la que los campos de football convivían con los de béisbol en un mismo recinto. La idea era buena sobre el papel, pero resultó ser un horror estético y de logística, una especie de ahorro con calzador que no necesitaban dos de las ligas más ricas del planeta, la NFL y la MLB. No, perdón, las dos más ricas. El caso es que en Oakland no van a poner dinero público para un nuevo estadio y eso hace que los Raiders tengan los días contados en esta casa, más cuando en Las Vegas pagan a gusto.
AFICIÓN *****
Pirata, descarada y fea, sí, y en breve con la certeza de que tendrán que animar a un equipo de Las Vegas o bajarse de este barco que zarpa.
CHEERLEADERS *****
Cuentan que son las más bellas de toda la NFL y que eso ha sido así desde sus años en Los Angeles. A ver si lo son en la siguiente parada.