Dustin Johnson al fin conquista su primer 'major': el US Open
El estadounidense hizo una excelente jornada final y controló su mente, pese a un aviso de penalización (luego ejecutado). Sergio García terminó quinto.
Dustin Johnson ya tiene su primer major y es el US Open... no podía ser otro. El estadounidense ganó el grande que se le ha resistido durante 31 años en muchas ocasiones, algunas muy crueles. Por su cabeza ayer en Oakmont pasaría el British Open de 2011, donde el veterano Darren Clarke devoró su mente y su juego en Royal St. George o el pasado US Open en Chambers Bay, cuando un putt nervioso le dejó sin grande y se lo regaló a Jordan Spieth. Aquello quedará como una pesadilla pasada. Desde ayer, todo eso será borrado de su cerebro. DJ, el pegador, el superclase maldito sin major, ya tiene al fin su gran victoria, su US Open. Y lo logró a su forma, con su driver demoledor, juego al ataque, un toque de polémica y tuvo un añadido extra nunca visto antes: un temple de hierro ante las situaciones tensas.
Dustin Johnson planteó su ofensiva nada más comenzar su vuelta final. Tenía que remontar cuatro golpes al fortachón irlandés Shane Lowry, que pronto comenzó a tener temblores de pulso. A mitad del recorrido iban tres bogeys del barbudo irish y dos birdies de DJ, que superaba las 300 yardas en sus salidas con facilidad. Partido empatado (-5), aunque el primer tramo dejó una trampa a Johnson. En el hoyo 5 iba a patear y la bola se movió. Habló con los jueces y no pasó nada. Pero en el 11, un árbitro regreso para recordarle que al acabar su vuelta revisarían el vídeo. Un golpe a la delicada mente de cualquier golfista en la última ronda de un major. Daba miedo ver cual podría ser la reacción en Johnson, pero sorprendentemente no se desestabilizó (demasiado) y siguió arrancando pares al campo.
Oakmont iba devorando jugador a jugador. Cayó Shane Lowry, desafortunadamente cedió Sergio que había escalado con brillantez a -3 y, por último, se vino abajo el sólido Scott Piercy. Parecía imposible aguantar en el leaderboard. El único que se mantenía en pie era DJ, que prefirió no esperar a la maldita revisión de la USGA (Spieth, McIlroy, Fowler... levantaron en cólera por el asunto) y se puso a jugar en plan campeón los últimos hoyos. Esta vez sí. En el 18 tampoco hubo sustos. Pego dos golpazos y acabó con un fabuloso birdie. A lo triunfador. Su película tenía final feliz de una vez por todas. El US Open estaba ganado.
"¡DJ, DJ, DJ!", gritaba la gente enloquecida en Oakmont ante uno de los jugador favoritos de Estados Unidos, que ha pasado momentos bastante delicados en su carrera. Su mujer Pauline Gretzky (la hija del mítico jugador de hockey) y su hijo se lanzaron a por él en el green del 18. Dustin acabó de una vez por todas con los fantasmas. Y eso que hubo revisión del golpe de la discordia. Se lo quitaron, pero daba igual. Había ganado por tres golpes diferencia (-4) sobre Jim Furyk y Scott Piercy (-1). La redención de DJ era definitiva. "Muchas veces estuve aquí y nunca lo conseguí. Esta vez lo he logrado y me siento verdaderamente bien", confirmaba.
Sergio García terminó quinto de este US Open, otra gran puesto para el de Borriol que tuvo momentos de juego deslumbrantes en esta ronda final. Sensacional fue su sacada de búnker en el hoyo 8 o su putt para birdie en el 13. Allí estuvo muy dentro de la pelea por el grande, aunque al final Oakmont le castigó con excesiva crueldad, con dos bogeys en el 14 y en el 15, donde un banco de iglesia le secó la tarjeta y la moral. Era el 72º major de Sergio, que mostró una actitud en el campo buenísima. Con pelea y ganas.
También es muy destacable el papel de Jon Rahm, mejor amateur español en un major con su puesto 23º (+7). Supera a su paisano Chema Olazábal. Rafa Cabrera Bello acabó en +8 (32º). Buen papel español en Oakmont.